Como es habitual desde 2006, el primer domingo de octubre se iniciará el llamado “horario de verano”. A las 2:00 AM del 5 de octubre se adelantará en 60 minutos la Hora Legal, debiendo fijarse en las 3:00 AM. El director de Energía, Ramón Méndez, subrayó que aunque esta medida permite un ahorro anual de US$ 10 millones, el motivo no solo económico, sino que apunta a una transformación estructural de eficiencia energética y cuidado ambiental.
En principio, las autoridades han asegurado que esta disposición permite gestionar en forma más eficiente los recursos energéticos disponibles, principalmente en los horarios de mayor demanda. Al adoptarse este horario de verano, se corre temporalmente el huso horario hacia el Este, es decir, hacia la salida del sol, lo que implica que anochece más tarde. Esta medida permite un mejor aprovechamiento de la luz solar, con el consiguiente ahorro de energía vinculado a la iluminación.
El cambio no requiere la realización de ninguna adaptación en los equipos vinculados a tarifas multihorario, ni tampoco ninguna gestión domiciliaria por parte de personal de UTE. En particular, para los clientes de UTE que facturan sus consumos a tarifas multihorario, “no será necesario ajustar los automatismos que controlan el encendido y apagado de los equipamientos eléctricos relacionados con dichas tarifas multihorario, dado que el cambio de Hora Legal será acompañado en forma transitoria y durante todo el período de vigencia del mismo, por nuevos tramos horarios de las tarifas”, se informó.
Responsabilidad intergeneracional
El director Nacional de Energía, Ramón Méndez, resaltó que el 90 % de la energía que se consume en el mundo es no-renovable, lo que implica que lo que se consume hoy no quedará para las futuras generaciones. A la vez, dijo que se emiten gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global y la transformación del clima en el planeta.
“La eficiencia energética y usar solamente la energía necesaria no es un tema de ahorro, no es un tema económico, es un tema ético, ambiental y de responsabilidad intergeneracional”, consideró.
Agregó que más de 70 países en el mundo realizan hace décadas el cambio de horario en el verano porque entienden que hacer un uso responsable de la energía pasa por no gastar más energía de la que se precisa utilizar.
Méndez afirmó que si se dejara de realizar esta medida se requeriría una inversión de 100 millones de dólares para abastecer el pico de la demanda que se produce en verano.