Desastre empresarial textil

ricardo-pugliaPor el Cr. Ricardo Puglia
En junio 2005, tomaron posición del Directorio de Agolan S.A. las autoridades del gobierno del Frente Amplio. Cuando se refundo la textil de Juan Lacaze, -única en el país en cardado de lanas nacionales-, fueron incorporados trabajadores desocupados de la quebrada empresa “CAMPOMAR Y SOULAS S.A.” quienes alentaron el nuevo emprendimiento productivo con la esperanza de un mejor futuro.
Durante 2005 se le permitió a la gerencia continuar con la excelente administración y gestión que había comenzado en 1994, con exportaciones por más de us$ 10 millones de dólares anuales y una nómina que sobrepasaba los cuatrocientos empleados y permanentes utilidades.
Mucha dedicación y horas de trabajo, muchas ilusiones, y un grupo humano formidable, pocas veces imaginado.  Muchos de sus pioneros, hoy con más de 38 años de trabajo entre las dos empresas, enfrentaron un gerenciamiento frentista inexperiente, autoritario, soberbio y de maltrato.
El 22 de agosto de 2005 un periódico titulaba: “CND (Corporación Nacional para el Desarrollo) buscará “mayor desarrollo” textil en Juan Lacaze” y su Presidente, el Cr. Álvaro García, explicó en rueda de prensa que “Agolán estaba funcionando desde hacía diez años y señaló que “hay que darle más volumen y buscar más mercado para su producción”.
En otro reportaje, decía: había un cúmulo de empresas en la CND y estuvimos bien en limpiarlas, en algunos casos venderlas y en otros arreglar con los socios para ir sacándolas del patrimonio de la Corporación (Calvinor, de Bella Unión es un ejemplo). La línea estratégica, es de no participar más en empresas. Solamente queda un caso de importancia que es la textil Agolán, en la que tenemos el 100% del paquete accionario. Pero todo el resto de los casos que había los fuimos limpiando. Todo ese cúmulo que recibimos, esa cartera anterior, se fue limpiando.
La incapacidad de gestión frentista de una formidable empresa para el país estuvo liderada desde su sillón de Presidente por el que fuera el último Ministro de Economía y Finanzas del gobierno de T. Vázquez quien simultáneamente ocupó también la presidencia de la CND.
En un artículo periodístico de mi autoría, del 4/2/2009 que titulé: “Agolán S.A. ¿rumbo a la quiebra y a la desocupación de su plantilla?, me preguntaba: ¿será Agolán la última empresa que limpiará el Ministro?
El autismo de los directores llevó a perder los mercados de exportación más importantes y por lo tanto expusieron a Agolán al borde de la quiebra, sin haber modernizado el equipamiento ni hecho inversión en maquinaria alguna, a pesar de tener todos los canales oficiales a su disposición, Brou inclusive. Las pérdidas al cierre de setiembre 2009 fueron mayores que en el 2008 y su dueño, la Corporación Nacional para el Desarrollo – propiedad de los más de 3 millones de uruguayos – no contabiliza dentro del déficit fiscal los negativos resultados.
El balance de la CND sostiene que “en noviembre de 2013 frente a la difícil situación económico financiera de Agolan SA con pérdidas superiores a las previstas, niveles de ventas menores a las esperadas, sin perspectivas de mejora en la concreción de nuevos negocios, y con el objetivo de racionalizar y optimizar los costos de operación, CND decidió reducir el régimen de funcionamiento de la empresa a cuatro días por un período de cuatro meses”.
Finalmente, se optó por cerrar la sociedad anónima y entregar -se negocian aún las condiciones- los bienes de uso a la Cooperativa Textil Puerto Sauce, conformada el 24 de febrero por empleados de Agolan.
Así como Dancotex, Fibratex, Sudamtex, Textil Uruguaya, Cedetex, Paylana y otras siguió Agolán el camino de la quiebra frente a los ojos de todo Juan Lacaze y de todos los uruguayos que perderemos, no sólo mucho dinero sino el prestigio, calidad y la excelente administración de quienes refundaron Campomar & Soulas y llevaron adelante esta empresa uruguaya que utilizó nuestras materias primas, nuestra gente y agregó valor nacional a la nobleza de sus productos reconocidos en todo el mundo.