Un hombre y una mujer fueron procesados por mantener relaciones sexuales en una esquina del barrio Maldonado Nuevo de la ciudad de Maldonado sin cuidarse de miradas indiscretas y aún menos del “qué dirán”. Eso les resultó fatal porque la gente es mala y comenta y a veces hasta llama a la Policía.
La situación llegó a oídos de la Policía alrededor de la 1:30 de la madrugada del martes; la pareja, según los vecinos, estaba pasando un grato momento en la esquina de las calles Cimarrón e Indígenas del barrio fernandino.
Los tórtolos seguían aún en la esquina cuando la Policía llegó para poner un poco de orden en el asunto. Los dos amantes fueron detenidos y conducidos a dependencias policiales donde se los separó, no fuera cosa que decidieran retomar sus indecorosos escarceos. Uno de ellos tenía en su poder unas veinte dosis de pasta base.
La jueza penal Adriana Morosini dispuso el procesamiento con prisión de la mujer identificada como Ana Carolina Vidalín Miranda, poseedora de antecedentes penales y de 39 años por la comisión de un delito de ultraje público al pudor. El hombre de iniciales G.R.C.R., y 37 años de edad, fue procesado sin prisión por la comisión de un delito de ultraje público al pudor.
A los tiros
La jueza Morosini dispuso la incautación de una pistola Glock G17 y de una camioneta Toyota Hilux propiedad de un ciudadano peruano.
El propietario del arma y del vehículo fue detenido junto a otras personas en la tarde del martes cuando circulaba a altas velocidades y efectuando disparos en las inmediaciones de Laguna del Diario en Maldonado. El dueño del vehículo estaba acompañado de otros dos ciudadanos peruanos y tenía signos de haber consumido alcohol, según constató la espirometría.
La jueza dispuso la incautación del arma porque su propietario no tenía autorización para portarla. La camioneta fue derivada a dependencias de la Dirección Nacional de Aduanas. El juez de falta notificó a los tres peruanos de no incurrir en hechos similares.
A tratarse
Un joven menor de edad deberá iniciar un tratamiento para abandonar su afición a las drogas, según determinó la justicia, por cuanto había participado en un delito inexcusable.
El asunto ocurrió hace más de un mes, el 9 de febrero. Una señora se presentó en la seccional primera y dejó constancia de que le habían hurtado una moto Baccio que se encontraba estacionada en calle De la Virgen y Tailandia, que aquí escribimos con “h” como si realmente la llevara.
La denuncia quedó en los archivos policiales hasta que el pasado jueves 12 de marzo, en horas de la madrugada, efectivos que realizaban patrullajes observaron a dos individuos que circulaban en una moto Baccio Px, desarmada y que salieron disparados al ver el móvil policial. Uno de ellos fue detenido.
Compulsados los registros se pudo determinar que el vehículo era el robado y volvió a manos de su propietaria, que lo reconoció.
Luego del asunto, un efectivo de la Brigada de Hurtos dio captura al cómplice desaparecido cuando intentaba hurtar una moto de las inmediaciones del Campus. Se trataba de un menor de 17 años de edad que pasó rápidamente a dependencias judiciales.
La magistrada actuante le inició un procedimiento como Adolescente Infractor “por la infracción grave tipificada por el Derecho Penal como Un Delito de Receptación, disponiéndose como medida cautelar su internación en dependencias de INAU de Montevideo por el término de 60 días; a los efectos de su diagnóstico y tratamiento para su adicción a las drogas”.