POR MARCELO GALLARDO – @emepege
Cuando faltan apenas setenta y ocho días para finalizar el año, el gobierno de Alberto Fernández, vía su ministro de Economía, Sergio Massa, le dio una vuelta más al torniquete del turismo. Desde ayer quedó en vigencia un nuevo recargo a una de las cotizaciones que tiene el billete estadounidense en el vecino país: el dólar turista.
A la cotización del dólar oficial, que ya sufre la aplicación de un impuesto denominado País de un 3’0 por ciento además de otro 45 por ciento a cuenta de ganancias, se le aplicará otro anticipo del mismo impuesto anterior –anticipo de ganancias- de otro 25 por ciento. Este nuevo recargo se aplicará a todo el gasto en el exterior con tarjeta de crédito que supere a los trescientos dólares mensuales. O sea que todo argentino que viaje al exterior, siempre y cuando no tenga una tarjeta emitida en otro país, deberá pagar ese 25 por ciento a cuenta del pago de ganancias.
La aplicación de este nuevo adelanto hizo que el dólar en el vecino país conocido como “turista o Qatar” saltara de 275 a 314 pesos argentinos. Una devaluación encubierta.
El dólar en cuestión fue popularizado como “Qatar” porque el gobierno quiere impedir que miles de argentinos vayan al próximo Mundial de la FIFA.
La balanza
“La medida busca desincentivar la demanda de divisas por turismo y consumos con tarjetas sin afectar al consumo hormiga (servicios de streaming en particular, montos mensuales de menos de US$300 en general). En lo personal, el mercado probablemente leyó esto como otra señal más de la principal política económica de este Gobierno, que es no devaluar. ¿Cómo no devaluar? Como sea”, indicó Juan Pablo Albornoz, analista de Invecq al diario argentino La Nación.
Si bien la medida pinta para impedir que los argentinos viajen o si lo hacen no gasten con tarjetas de crédito en el exterior, en realidad, se aplicará a todo aquel que salga de vacaciones fuera de su país.
La balanza turística argentina, el resultado de restar a los dólares que gastan en turismo los argentinos fuera de su país con los dólares que dejan los turistas extranjeros en los restaurantes y hoteles argentinos dice que en lo que va del 2022 el saldo es más que negativo: los argentinos gastaron por mes 800 millones de dólares más que los gastados por los turistas extranjeros en la Argentina.
Esa sangría de dólares debe ser parada para evitar que desaparezcan las reservas externas del Banco Central de la República Argentina. De cualquier forma, los argentinos van a seguir saliendo, por más impuestos y adelantos que le coloquen a la cotización oficial del dólar en el vecino país. Por eso, lo del principio, quedan setenta y ocho días para que termine el 2022. Poco tiempo para una nueva temporada, pero demasiados días para que el gobierno argentino siga metiendo todo tipo de trabas a los deseos de sus ciudadanos de salir de vacaciones fuera de la Argentina. Seguro vendrán más medidas.
Argentina esta en terapia intensiva y no por sus recursos si no por la clase gobernante. Mantener un dólar oficial a la mitad de uno paralelo que tampoco es real, significa que la crisis económica y política seguirá escalando. En este contexto nada debe de sorprender, tampoco atribuirle nuestras desgracias. La matriz turística del 60% de turismo Argentino es necesario cambiarla o seguiremos buscado culpables