El 84 % de la electricidad utilizada en Uruguay el año pasado fue generada en fuentes renovables, mientras se espera que para el año que viene esa incidencia se eleve hasta 90 %. Para ello será importante consolidar una mayor sofisticación del sistema, de forma de apuntalar la combinación flexible y estable de la generación de las fuentes eólica, hidráulica, fotovoltaica y de biomasa, explicó este miércoles el director nacional de Energía, Ramón Méndez.
Uruguay implementa desde 2008 una política de diversificación de la matriz energética que implicó, en particular, la incorporación de nuevas fuentes de generación de electricidad. Méndez dijo ayer a la Secretaría de Comunicación de Presidencia que el sistema que se implementa en el país es extremadamente flexible porque permite complementar las distintas fuentes de forma de garantizar la energía.
“El combo de viento, sol, agua y biomasa da una flexibilidad al sistema que permite garantizar al menos 90 % de la energía eléctrica que se consumirá en los próximos años”, afirmó.
El director de Energía explicó que el sistema coloca en su base al viento.
“Mientras es utilizado el viento, el agua es almacenada en las represas hasta que empieza a bajar la generación eólica y comienzan, por ende, a funcionar las turbinas hidráulicas; el monitoreo del sistema es constante y los ajustes son realizados cada 10 minutos”, señaló. “Esa combinación nos da, globalmente, cantidad de energía estable y, si además la complementamos con el uso de paneles fotovoltaicos, logramos aun una mayor estabilidad”, comentó.
Alternativas
A esto se agrega la generación mediante biomasa. Uruguay ya cuenta con 10 plantas generadoras que funcionan a partir del aserrín, la cáscara de arroz, el llamado licor negro de las pasteras y el bagazo de caña de azúcar. En breve también se agregará la planta generadora de la fábrica de celulosa Montes del Plata, en el departamento de Colonia.
Méndez también destacó la relevancia que tendrá la planta de generación eléctrica Punta del Tigre, en San José. Allí se utilizará como insumo el gas natural proveniente de la planta regasificadora que se instalará en la costa del Río de la Plata, frente a Puntas de Sayago.
La planta del Punta del Tigre utilizará la tecnología de ciclo combinado, que quema gas para la generación de calor para calentar agua. Esa tecnología permite que el vapor generado haga mover una turbina y se genere electricidad. El vapor residual es reutilizado para volver a calentar agua y reiniciar así el ciclo. “El vapor pasa dos veces por turbinas y dos veces genera electricidad utilizando la misma cantidad de energía inicial”, detalló Méndez.
El gas natural licuado es considerado el combustible de transición que hará mover el mundo desde que se acaben la reservas de petróleo hasta que se apliquen nuevas tecnologías para reemplazarlo. El gas es, por otra parte, un combustible mucho más “limpio” que el petróleo y el carbón, por cuanto no emite tanto dióxido e carbono y otros elementos responsables del efecto invernadero y el cambio climático. Salvo Estados Unidos, que no adhirió a los protocolos de Kyoto en 1992, la mayoría de los países del hemisferio norte, amplían el uso de energías alternativas para mitigar su dependencia del petróleo y cuidar su naturaleza.
Líder mundial en un par de años
Un informe realizado por la consultora energética SEG Ingeniería afirmó que Uruguay podrá convertirse en líder mundial en el uso de energía eólica en un par de años, desplazando de la cumbre a Dinamarca.
La consultora calculó que en 2016 se producirán unos 3,7 TWh/año (teravatios-hora al año) provenientes del viento, informó ayer El País.
“Según datos de la Administración del Mercado Eléctrico (ADME), la demanda de Uruguay fue de 10,3 TWh en 2013, por lo que suponiendo un incremento del 3% anual, se puede proyectar la demanda del año 2016 en 11,2 TWh. Esto implica que para el 2016, probablemente la penetración de la energía de origen eólico alcance al 33% del total de la energía eléctrica generada en el sistema”, explicó el documento. Como se sabe, la mayor parte de la energía de este tipo se produce en la Sierra de los Caracoles, departamento de Maldonado.
Buenas consecuencias: reducción de las tarifas
El director nacional de Energía, Ramón Méndez. Méndez puntualizó que Uruguay podrá rebajar las tarifas de electricidad y su sistema será mucho más competitivo, porque mientras en el resto del mundo la energía proviene básicamente de commodities energéticos, como el gas y carbón, en Uruguay “vamos a basar nuestra energía en el agua, el viento y el sol”.
En lo que ha transcurrido de este período de gobierno las tarifas aumentaron en 30 % menos que la inflación acumulada. Méndez recordó que este año habrá una reducción de tarifas superior al 5 % y a su vez se darán premios al sector industrial, asociados a políticas de eficiencia energética.
El funcionario añadió que la introducción de energías renovables también generará una mejora en la balanza comercial, porque se importará menos petróleo, al tiempo que mejorarán las cuentas públicas y se evitarán los sobrecostos energéticos generados en los períodos de sequía. “Históricamente, en nuestro país cada vez que tenemos un año seco y tenemos que ir a la generación a partir de derivados de petróleo (gasoil o fueloil) el costo de generación aumenta tanto que no se puede transferir a las tarifas y aumenta por lo tanto el déficit fiscal”, explicó.