
El gobierno nacional se apresta a introducir cambios normativos y tributarios para favorecer la extensión del uso de vehículos eléctricos en todo el país. “Gracias al cambio en la matriz eléctrica, Uruguay puede plantearse el desafío de transformar el transporte, que es el sector de mayor consumo de energía de origen fósil”, sostuvo la ministra de Industria, Carolina Cosse. Por eso la UTE, el gobierno nacional y la Intendencia de Montevideo trabajan en la elaboración de diversos cambios en varios niveles.
La ministra de Industria y el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, participaron este jueves 26 de la apertura del “Salón de movilidad eléctrica y ciudades inteligentes”, que se inauguró en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU).
En la oportunidad, Cosse destacó especialmente el trabajo con UTE, los ministerios de Transporte y de Medio Ambiente y la Intendencia de Montevideo para impulsar un cambio, tanto en materia normativa como impositiva, que estimule el cambio hacia una modalidad eléctrica en el transporte. Citó como ejemplo la reducción del impuesto específico interno (Imesi) y del impuesto a las rentas de las actividades económicas (IRAE) para autos híbridos y eléctricos, así como la exoneración de la tasa global arancelaria con el fin de promover la importación.
Si bien los vehículos eléctricos son más caros que los convencionales, el gasto en el consumo y el mantenimiento es significativamente menor, señaló Cosse. Además, “en 10 años, el costo de la batería disminuyó considerablemente y su capacidad de almacenamiento aumentó”, agregó.
Recordó, también, las estrategias diseñadas con el sistema bancario, que permitieron nuevas líneas de crédito, así como las exenciones de hasta el 30 % de la inversión total, tal como fue considerado en la ley de promoción de inversiones.
Recargas
La jerarca adelantó que está previsto el lanzamiento de dos convocatorias para la adquisición de cinco ómnibus y utilitarios.“Estamos buscando generar la mayor cantidad posible de estímulos, tanto en exoneraciones como en política”, señaló Cosse, y añadió que el objetivo, además, es lograr un “buen modelo” en Montevideo, para replicarlo en todo el país.
En 2020, dijo, en todas las estaciones de servicio de Ancap de las principales carreteras del país habrá un punto de recambio eléctrico. “Esa es nuestra meta”, subrayó.
El presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, sostuvo que, si toda la flota de movilidad de Uruguay fuera eléctrica, solo aumentaría un 20 % la demanda que el ente debe suministrar. Anticipó que, al finalizar el año, el país contará con un punto de recarga en todas las ciudades capitales y que UTE dispondrá de 93 unidades eléctricas.