Como ocurrió con el ciclón de fines de octubre, que incluso cambió parte de la fisonomía de la costa fernandina, el viento volvió a encallar y hundir varias embarcaciones en el puerto de Punta del Este. El fenómeno climatológico no es nuevo, pero impacta con más violencia en medio de una temporada estival. La autoridad naval, los propietarios y las aseguradoras de los siete barcos naufragados este fin de semana en el puerto de Punta del Este definen por estas horas los trabajos de recuperación de los mismos.
Las aseguradoras tomaron, en el caso de los siete veleros, un riesgo superior al millón de dólares. De todas formas, existe un fuerte optimismo en que las embarcaciones serán rescatadas en las próximas horas. Unas serán retiradas desde tierra. Otras desde el mar.
El prefecto de puerto, Marcelo Danatro, explicó a Correo de Punta del Este que si se actúa de forma rápida los barcos podrán ser retirados sin mayores problemas.
Danatro indicó que la autoridad marítima recibió la protesta de los propietarios o representantes de los barcos encallados. Esto dio lugar a la confección del sumario marítimo, documento que los propietarios presentarán a las empresas aseguradoras. Éstas, por su parte, enviaron a sus peritos para evaluar los daños sufridos por cada una de las embarcaciones. “Esto es algo natural. No hay forma de evitarlo. La naturaleza se expresa así y las consecuencias están a la vista”, sentenció Danatro.
La causa del encallamiento de estas embarcaciones fue la rotura del cabo que las unía a cada boya. Un relevamiento efectuado en las últimas horas determinó que las boyas se encuentran en su lugar. En cada una fueron hallados pedazos de las cuerdas de amarre de los distintos barcos.
“Los cabos de amarre se usan de a uno cuando se hacen firme a un lugar de atraque. Sea a muelle o a boya, como en este caso. Que uno pase doble cabo sabiendo que hay mal tiempo es un apoyo. De todas formas, con un solo cabo tendría que haber aguantado el temporal. Hay que tener en cuenta que fueron casi 48 horas de trabajo del cabo tironeando con una fuerte corriente que entró afectando a los barcos que estaban al borneo”, explicó un trabajador del puerto.
Barcos afectados
Las embarcaciones siniestradas durante el temporal del domingo en el puerto de Punta del Este —que debió ser cerrado— son un yate, seis veleros y un gomón semirígido.
Dos son de bandera uruguaya, los veleros “Aiton” de 10 metros de eslora y tres de manga y el “Rasputin” de 12 metros de largo y 4 de ancho. Tres de bandera argentina: el crucero “Freedom” de 7 metros de eslora y 2 de manga. Y los veleros “Araucano” de 11,40 metros de largo y 3,80 de ancho y “Mucho Sol IV” de 7.55 metros de eslora 2,80 de manga y un puntal de 1,40 metros. Dos barcos de bandera estadounidense: los veleros “Scheherezade” de 11 metros de eslora y 3,80 de manga y el “Ken Deux”, de 11 metros de eslora y 3,5 de manga.
En un video enviado por una turista a Correo de Punta del Este se aprecia cómo uno de los barcos, el primero en soltarse, fue chocando con otros.
Al agua pato
El propietario de uno de los veleros encallados en la noche del domingo tuvo que ser interceptado por los efectivos de la Prefectura Nacional Naval cuando quiso tirarse al mar para ir al rescate de su barco. “Uno de los propietarios al ver que su velero había zafado de su amarra quiso tirarse a mar, ir por las rocas. Por suerte lo paramos. Con el viento a 58 nudos hay muy poca cosa por hacer. La vida es el bien a proteger en estos casos”, explicó Danatro.