Advierten que la situación de los comercios y empresas de la zona es “angustiante”

 

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Inmobiliarios, hoteleros y taxistas están entre los sectores más afectados por la pésima situación económica que aflige a la zona. En tanto, se asegura que alrededor de un 40% de los comerciantes ha comenzado a funcionar en la informalidad para asegurar su supervivencia.

Estas fueron las conclusiones a las que arribaron este lunes los participantes de la habitual reunión plenaria de la Intergremial de Maldonado, encuentro del que participaron autoridades de la Cámara Empresarial de Maldonado, de ADIPE -CIDEM, de la Unión de Comerciantes Minoristas, de la Red de Carniceros de Maldonado, de la Asociación Uruguaya de Seguridad (AUDES), de la Corporación Gastronómica de Punta del Este, del Centro de Hoteles y Restaurantes de Maldonado, del Centro Patronal de Taxis de Maldonado, de la Sociedad Fomento Rural de Maldonado y de la Coordinadora de la Industria de la Construcción del Este (CICE).

La reunión sirvió para realizar una evaluación de la actividad del sector comercial y de servicios del departamento y para firmar el acta de fundación de la Institución. La comisión directiva quedó integrada por Leandro Quiroga en representación de la Corporación Gastronómica, Javier Sena por ADIPE y José Pereyra por la Cámara Empresarial de Maldonado.

Los más afectados

Los empresarios realizaron una evaluación de la actividad empresarial por rubro y tomaron posición sobre algunos temas puntuales que están afectando a los sectores. Según concluyeron, la actual coyuntura de desaceleración en la economía ha impactado en todos los rubros, variando entre el 35% y el 60%. Los sectores más afectados son los inmobiliarios, los hoteleros y los taxistas.

En el rubro de almacenes y minimercados se constató que un 40% se ha pasado a la informalidad como forma de seguir subsistiendo y la gran mayoría de los gastronómicos optó por cerrar sus puertas durante los 9 meses que van de marzo a diciembre. A pesar que la operativa de los hoteles es deficitaria, en el sector han optado por permanecer abiertos durante este invierno aunque están invirtiendo recursos para sostener la apertura.

En el encuentro quedó en evidencia que “la molestia hacia el gobierno” se ha generalizado. Las causas: “cómo está operando la Dirección General Impositiva (DGI), la indiferencia en el combate al informalismo y a las altas tasas que cobran las empresas emisoras de tarjetas de crédito, y el perjuicio que tiene sobre el sector comercial y empresarial de Maldonado”.

Sobre la mesa estuvo a consideración una carta que la DGI remitió a algunos contribuyentes, que fue catalogada como “intimidatoria y amenazante”. En ese envío, según la Intergremial “amenazan con auditorías internas a los empresarios que no estén al día con el ente recaudador. Sobre este aspecto los empresarios sostuvieron que el Estado desconoce absolutamente la situación que el sector está atravesando y además dijeron que la DGI se maneja de manera arbitraria y discriminatoria”.

El peso

Sobre este aspecto evaluaron que el peso de las fiscalizaciones sobre Maldonado era permanente, mientas que en otros departamentos del país no existía, al punto que algunos testimonios indicaron que empresarios locales han sido inspeccionado más de 10 veces, mientras que en otras zonas del país no eran visitados.

Los empresarios destacaron que la meticulosidad de los controles sobre el sector formal no alcanza a la informalidad, cuyo combate es una de las largas reivindicaciones que sostienen los empresarios.

En el rubro inmobiliario el sector informal es del 80% del total. Según los empresarios, el Estado no tiene voluntad en combatir la alta informalidad ni a los evasores.

Los altos costos que significan las ventas mediante tarjetas de crédito es uno de los aspectos que más preocupa al sector empresarial. Los empresarios expresaron que los valores que cobran las empresas emisoras son desproporcionados y cuatro veces más caros que la media internacional. Sostuvieron que Ley de “Bancarización” es una señal del Gobierno en apoyo a las financieras a las que catalogaron de “especuladoras internacionales”.