Ayer se informaba sobre el asesinato de Katherine Tatiana Martínez Báez, de 29 años, encontrada sin vida dentro de su casa ubicada en la calle Román Guerra y Hernandarias de la capital departamental. El caso dio un giro luego de la medianoche cuando se pudo establecer que su pareja Francisco Nicolás Araújo Sánchez, que estaba siendo intensamente buscado por la policía, estaba escondido en una casa del barrio San Martín, en calle Joaquín Artigas, próximo al liceo 6 y donde se presume que funciona una boca de venta de droga a la que el individuo concurría con cierta regularidad a comprar y consumir. Los agentes solicitaron a la propietaria del lugar autorización para realizar una inspección ocular, que fue incluso ratificada por escrito por la dueña de la casa.
Agresión y muerte
Fue entonces cuando Francisco Nicolás Araujo salió de detrás de una puerta y agredió con un arma blanca a uno de los efectivos, provocándole una importante herida en el rostro; los otros policías intentaron reducirlo, pero el sujeto continuaba resistiéndose y en actitud agresiva por lo que fue efectuado un disparo con el arma de reglamento de uno de los funcionarios actuantes. Una emergencia móvil fue llamada al lugar y el equipo médico constató el fallecimiento de Araújo.
Según informó Punta News, Araújo Sánchez, de 35 años, había tenido hace casi una década un pasaje por la policía y fuentes del caso confirmaron que fue dado de baja aunque no dieron a conocer los motivos de la misma. De acuerdo a allegados al sujeto tenía rasgos de esquizofrenia y en su perfil de redes sociales se presentaba como entrenador, técnico en fisicoculturismo y fitness. También ofrecía servicios de coach motivacional y persona trainer.
Datos más recientes, surgidos de los primeros indicios de la autopsia, harían presumir que la muerte de Martínez no fue durante la madrugada, cuando la vecina escuchó los gritos, sino que apuntarían a que el deceso ocurrió próximo al mediodía.
