Columna de opinión: “¿Hacia dónde vamos?”, por el Dr. Jorge R. Bruni

 

No es nada nuevo lo que escribimos. Sólo intentamos agrupar algunos conceptos, no todos, que rescatamos de lo que está sucediendo en este mundo de vértigo, a efectos de que la sociedad los maneje con cierta fluidez en los ámbitos culturales, políticos y sociales. 

1. LA DERECHA NEOLIBERAL. RETROCESOS. INTEGRACIÓN. Nuestra región sufre constantes ataques de la derecha política neoliberal. La tremendamente crítica situación por la que atraviesan Argentina y Brasil, sin duda títulos periodísticos en el mundo, agregado a las políticas que aplican Paraguay, Perú, Ecuador, Chile, Colombia, confirman nuestra afirmación. Consecuentemente se aprecia un fuerte retroceso de los procesos de integración continental. ¿Ejemplos? El debilitamiento del MERCOSUR, el retiro de Argentina, Brasil y Colombia de la Unión de Naciones Sudamericanas -UNASUR, o de Ecuador de la Alianza Bolivariana de América Latina- ALBA, la inexistente influencia que ejerce la CELAC, etc. 

2. AFINIDADES IDEOLOGICAS. ¿Existió desaprovechamiento de oportunidades para una real integración en la década de los denominados gobiernos progresistas de la década anterior? Referimos a la Argentina anterior a Macri, Brasil de Lula, Bolivia de Evo Morales, Ecuador de Rafael Correa, Paraguay de Lugo y nuestro Uruguay. Por supuesto que sí. Siendo un tema muy opinable, en mi concepto confirma lo que muchas veces se ha expresado: las afinidades ideológicas no son suficientes para encarar y profundizar la integración. Que pueden facilitarla, por supuesto, pero por si solas no alcanzan. A lo que agregamos que resulta difícil concebir similitudes ideológicas entre nuestro Frente Amplio, las políticas de los Kirchner, Lula o Evo Morales, más allá del progresismo que han demostrado. Actualmente se están dando pasos hacia una apertura más amplia al exterior. Así sucede con las negociaciones entre Mercosur y la Alianza del Pacífico; el tratado en proceso entre nuestro país con CHILE, etc. Agreguemos las expectativas que existen con China. Por otra parte, es indudable que los gobiernos de derecha regionales se sienten cercanos al gobierno de TRUMP, que no es precisamente promovedor de integración alguna, sino más bien de lo que más le conviene, lo que lleva muchas veces al BILATERALISMO, que obviamente no es malo en sí mismo, pero en cuanto a la INTEGRACIÓN resulta un ejemplo algo limitado. 

3. DESARROLLO. Se trata de un concepto fundamental por su trascendencia en todos los temas, que debe ser analizado globalmente y en profundidad, y no como se hace en general que se le relaciona casi exclusivamente con la economía. Si bien ello es necesario, requiere del análisis de otras facetas muy trascedentes, máxime en momentos en que es clara la prevalencia de la visión económico – financiera, y lo que significa el dominio del todopoderoso mercado, en el cual el lucro, que todo lo contamina, resulta fundamental. No se concibe el desarrollo si no se fomenta la inclusión social igualitaria desterrando privilegios, aplicándose una cultura sustentada en los Derechos Humanos Fundamentales con la más plena visión integral, esto es, política, económica, social y cultural. Porque tengamos en cuenta que crecimiento económico no significa de por si desarrollo humano, más allá que es uno de sus cimientos importantes. Debemos transitar un proceso nacional y de integración regional que nos lleve desde una cultura de desigualdades hacia otra basada en el progreso humano global e igualitario. Contrariamente a lo que sucede con nuestro continente que es el más desigual en el mundo, más allá de las muchísimas y variadas “reformas” que ha promovido.

4. VISIÓN GLOBAL. DESARROLLO-COMPLEMENTARIEDAD. Resulta imprescindible tener dicha visión a efectos de promoverla aplicarla en lo que tiene que ver con el desarrollo y aplicación de los Derechos Humanos, lo que armoniza además con los conceptos de progreso y complementariedad. Porque es indudable la necesidad de integrarse realmente, tanto productiva, comercial y socialmente, estando abiertos además a los avances tecnológicos. Todo ello nos llevaría gradualmente a lograr mayor valor agregado a nuestra producción y a la regional, alejándose del predominio de la primarización productiva, siendo imprescindible fomentar y aplicar políticas comunes a efectos de lograr los mayores avances internacionales en la integración. Y tal como se viene afirmando desde el principio de los procesos, ayudar al surgimiento de cadenas de valor regionales, posibilitando relacionarse además con otros posibles ámbitos: China, Europa, inclusive EEUU, lo cual no resulta nada fácil en este último caso. El tema es lo suficientemente complejo que requiere sin duda otra nota.

5. PAPEL DEL ESTADO. La importancia de los temas es por demás clara. Como también lo es la imprescindible participación que debe tener el Estado en toda la temática expuesta, ya que adquiere la responsabilidad con la sociedad en general, de promover la concreción de la misma. Existen multiplicidad de formas que tiene el Estado, sea aplicando directamente los servicios necesarios, regulando cuando no es ejecutor directo de los mismos, o transfiriendo los recursos económicos necesarios a la ciudadanía, o cualquier otra forma existente. Todo lo expresado de ninguna manera implica prescindir de lo privado. Todo lo contrario. Son formas, herramientas, técnicas, que deben resolverse democráticamente de acuerdo a la institucionalidad vigente. Pero indudablemente, es innegable la trascendencia del Estado como actor clave en el proceso. 

6. PROCESO.TEORÍA Y REALIDAD. He aquí un aspecto fundamental, muchas veces reiterado por otra parte, a efectos de encarar y dar respuesta estratégica a la pregunta que le da título a la presente nota, y que implica desafíos, avances, logros, retrocesos, errores, evaluaciones, autocríticas, etc. Es decir un auténtico proceso. Que por otra parte debe superar lo que es una vieja práctica negativa de nuestro continente, esto es, la gran distancia existente entre las normas adoptadas y su puesta en práctica. En definitiva, la actualidad y la historia nos muestran que no resulta fácil la integración regional. Recordemos 200 años atrás a nuestro querido general Artigas y sus grandes dificultades cuando defendía el ideal de Las Provincias Unidas del Río de la Plata, basada además en una concepción que buscaba justicia social y no la de privilegios, cuando pronunció su famosa frase: Que los más infelices sean los más privilegiados” .