El director departamental del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, Diego Barboza, afirmó que la policía y la justicia de Maldonado suelen discriminar a los adolescentes que son detenidos por presuntas infracciones según cual sea su condición socioeconómica. A juicio del jerarca, “parece que la pobreza hace más peligroso al ser humano”.
Barboza formuló esas declaraciones en una entrevista concedida a Radio Maldonado. Entre otras cosas, aseguró que se han constatado casos en los que menores de edad de buen nivel económico que la Policía detuvo “en averiguaciones” no fueron enviados al centro transitorio o carcelaje del Inau. Por el contrario se les permite ir a permanecer en su casa mientras la Policía investiga y, llegado el caso, los deriva al Poder Judicial.
El jerarca puntualizó que no todos los efectivos policiales ni los magistrados actúan de la misma manera, pero estimó que en los dos ámbitos existe la idea de que el adolescente de pobre origen es “más peligroso” que el que proviene de un hogar más acomodado económicamente.
Barboza dijo saber de al menos dos casos de trato preferencial que llegaron a su conocimiento. Se trataba de adolescentes de familia “bien posicionada” social y económicamente que se beneficiaron con excepciones que nunca son otorgadas a los más pobres.
“Hubo casos de estos estratos socioeconómicos que nunca pasaron por Inau. Parecería que si pertenecés a cierto estrato se sortean algunos circuitos que sí son para los adolescentes pobres”, cuestionó.
Criterio
Barboza también aseguró que algunos jueces del departamento dictan medidas más duras para los adolescentes infractores que se encuentran en situación de desamparo o pertenecen a los sectores más pobres de la población. “Es como si la peligrosidad se definiera en función de la pobreza”, lamentó.
“Creamos una institucionalidad poderosa y depende qué agente interviene, quién se encuentre con quién, si las cosas salen bien o salen mal”, aseveró.
Barboza dijo estar convencido de que la cercanía o la influencia de las familias de los menores en la sociedad repercute, en ocasiones, en los fallos de la justicia.
No hacerse cargo
En otro tramo de la entrevista, el jerarca consideró que muchos adultos “desertaron de su condición de adultez” y no se hacen cargo directamente de los adolescentes o jóvenes. “Siempre decimos que INAU le paga a personas para que cuiden a gurises que otros no pueden cuidar. Y sabemos bien que en otros estratos sociales también se les paga a otras personas para que los cuiden, porque no están dispuestos a cuidarlos”, lamentó.
Por otra parte, también opinó que la sociedad de consumo y la fragilidad de los individuos también están vinculadas a la inseguridad.