Las trilogías griegas generalmente estaban compuestas de tres obras relacionadas, que contaban una historia completa. La trilogía del conflicto político: Oposición, competición y consenso es la aplicable a la “novela Argentina”, donde el electorado debe elegir entre tres candidatos,, todos con consecuencias negativas.
El oficialista por haber destrozado la economía que ya venía derrapando, el segundo Javier Millei con su propuesta de romper todo y la tercera Patricia Bullrich, sin propuesta económica y con sed de venganza, apelado al éxito disruptivo que tuvo Millei en la anterior elección
Los medios se refieren al “batacazo” que dio el candidato Sergio Massa, ministro actual de economía en Argentina, presidente interino y candidato a presidente, hoy ganador en las elecciones de ayer domingo por amplio margen, en relación a su opositor Millei. La realidad terrenal daba por descontado al menos el achique de las diferencias, sobre todo por las formas antagónicas de publicidad política que uso Massa y el redoble de apuesta de Millei, estaba provocando un éxodo en su masa crítica de votantes
Sergio Massa (36,5%) repartía “platita caliente” recién salida del horno, sin respaldo, afirmaba un status quo en tarifas, precios de transporte y demás variables que controla el Estado provocando un importante déficit imposible de mantener e insinuaba en modo gatopardista una gradualidad en los ajustes tambien imposible de practicar
Javier Milei (30,1 %) gran ganador de la elección anterior llamada “las paso”, con un discurso disruptivo, acompañado de la moto sierra y cara de desaforado, acompañado de declaraciones polémicas. Gran cultor del “cut and paste” y de citas a economistas de comienzos del siglo XIX como la verdad revelada se llevaba el mundo por delante
La tercera opción Patricia Bullrich, ( 23,615) líder de la coalición Juntos por el Cambio (Macri) con la propuesta de aniquilar la corrupción y destruir al Massismo como representante del kichnerismo, practicaba un discurso de neto corte Naif, con un avance disruptivo el último mes al estilo Milei, como forma de escalar porcentajes que ya la traían como la tercera fuerza
La realidad es que en las próximas elecciones presidenciales del 19 de noviembre, en Argentina “está toda la carne en el asador”.
Los argentinos no quieren salir de la zona de confort, aunque vivan en la miseria, acostumbrados a las dadivas. Ven en Massa un mecenas con la billetera llena, a Milei como el que le va a sacudir la modorra y hacerlo trabajar y lo peor que Milei, de tanto “escupir “al cielo” ha generado una corriente disociarte entre las distintas partidos políticos, que difícilmente propicien a su electorado sumarse a este. Solamente un derrape económico de gran magnitud en el presente que no tenga solución con la platita caliente, haría torcer el destino de Sergio Massa presidente.