Siendo todas importantes, la próxima elección es trascendente por sus eventuales consecuencias de futuro en aspectos esenciales para el país, que pueden terminar afectando el bolsillo de la gente. Todo dependerá del resultado final
En materia política, algunos actúan pensando sólo en las elecciones. Otros piensan además con visiones estratégicas el futuro de país. Lo expresaba muy bien Winston Churchill, Primer Ministro de Inglaterra entre 1940-1945 durante la Segunda Guerra Mundial cuando decía “El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”
Hablar de elecciones es hablar de democracia, por tanto de Derechos Humanos integralmente considerados: políticos, económicos, sociales y culturales. Todo ello en un marco de políticas redistributivas de la riqueza a efectos de lograr sociedades cohesionadas. En nuestro país con los gobiernos del Frente Amplio, han existido cambios sustanciales desde el año 2005. No vamos a repetir la infinidad de logros alcanzados de acuerdo a esa visión global de los Derechos Humanos, que han influido sin duda, en la mejora de la calidad de vida de la gente.
Resultados positivos que se concretan en el marco de un proceso, esto es, una secuencia de políticas dispuestas con cierta lógica, buscando lograr consecuencias específicas. De ahí que afirmamos que los logros siendo muchos, no son suficientes. Es decir, queda bastante por hacer en este proceso que se desarrolla. Traducido al lenguaje de Eduardo Galeano, diríamos que nuestra utopía se está buscando y se dan pasos para ello hacia nuestro horizonte político, el que se nos corre hacia atrás cuando lo hacemos, y así sucesivamente. Eso nos ayuda a caminar hacia el futuro.
Respecto de visiones estratégicas, creemos que es precisamente lo que le da la trascendencia a esta próxima elección. En el proceso del cual hablamos, el Frente Amplio actúa de dicha forma. Su actual programa para el período 2015-2020 fue aprobado en noviembre de 2013 en el Congreso Hugo Cores, que es continuidad de programas anteriores. Múltiples aspectos se destacan: proseguir con las políticas sociales y culturales; mantenimiento de la estabilidad económica y fiscal, consolidando niveles de inversión; mejorar la infraestructura energética, transporte y logística, telecomunicaciones; mejorar la educación y capacidades humanas, y tratar de fortalecer la inserción internacional del país, etc. No es producto del azar que las principales calificadoras de riesgos han reconocido al país el Grado Inversor, la mejor calificación de la historia. ¿Caben dudas que existe visión estratégica de futuro?
De ahí la necesidad de ratificar y profundizar el proceso mencionado. Suponemos que no se querrá abandonar y volver a la época en la que se ignoraba a la sociedad organizada: los C. de Salarios y la negociación colectiva; se ignoraba el diálogo entre sindicatos y empresas; los salarios y prestaciones sociales eran paupérrimos, el desempleo llegó a niveles desconocidos históricamente. Podríamos seguir con la cultura, donde existen multiplicidad de ejemplos.
Siendo las elecciones la expresión colectiva más importante de la democracia, exige un voto pensado, racional, que no puede limitarse a cumplir con indiferencia la obligación constitucional. Existen muchas cosas trascendentes en juego, como vemos. Véanse por un lado, los enormes resultados positivos logrados en estos 10 últimos años. Y por otro, las diversas propuestas programáticas donde las distancias son enormes, pensando con criterio estratégico de progreso.
A lo que se agrega que el Frente Amplio expresa claramente además, que proseguirá con lo que vienen aplicando hace ya casi 10 años. Es decir, se piensa en profundizar el proceso pero con pruebas palpables del presente.
Rechazamos el voto indiferente con pretextos de desconocimiento de la política. Quienes así proceden son doblemente ignorantes. Por lo que la política significa para cualquier sociedad, y además por desconocer que con esas actitudes se contribuye a fortalecer ciertos individuos autodenominados políticos que no buscan el bien común sino el propio. A ejercer entonces el derecho fundamental del voto reflexionando, comparando. Si posteriormente al resultado electoral suceden cosas negativas, por ejemplo se deja de lado el proceso en marcha y sus positivos logros, hecho que no creemos que pase, a no quejarse, máxime cuando se ha tenido la oportunidad de decidir lo contrario. Como decimos en la vida diaria, a llorar al cuartito.