El fiscal Rodrigo Morosoli presentó días atrás un recurso de casación para que la Suprema Corte de Justicia revea un fallo del Tribunal de Apelaciones, por el que un hombre que estuvo preso por 14 meses acusado de presunto abuso sexual a su hijo, resultó absuelto. A su juicio, su liberación conlleva peligros y por lo demás, había asuntos pendientes de ser aclarados en el estudio del caso.
La liberación había sido informada días atrás por el diario El Observador. Según la nota, Humberto Cabrera, el inculpado, fue dejado en libertad porque el tribunal de alzada consideró que la evidencia presentada en su contra, basada en declaraciones grabadas de su hijo y en la denuncia de una niñera, era débil. Para el tribunal esas declaraciones del niño explicando el abuso habían sido guiadas por la niñera.
Cabrera envió luego una carta a los medios y explicó que deseaba dar a conocer su historia para que se supiera que era “inocente”. “Para muchos soy un violador”, se lamentaba. Pocos días después el hombre hizo pública una carta en la que afirmaba que lo que le ocurrió fue “una tragedia” y que tanto su esposa como él eran “padres responsables, atentos y ocupados siempre en la crianza de nuestros hijos; en nuestro hogar reina el amor y el respeto; las buenas costumbres y la educación prevaleció en los valores transmitidos por nuestros respectivos padres”.
“Absurdos y peligrosos”
Mientras tanto, el fiscal Rodrigo Morosoli, quien en primera instancia había solicitado al juez Marcelo Souto el procesamiento de Cabrera, consideró que los argumentos del Tribunal de Apelaciones para absolver a Cabrera son “absurdos” y “peligrosos” y decidió interponer un recurso de casación.
Una nota publicada hoy por el semanario Búsqueda informó que Morosoli afirma que el tribunal se basó en un “único argumento” para su decisión: que el relato del niño fue “guiado” por la niñera. Sin embargo, dijo que el niño confirmó estos hechos en el juzgado, con el juez, el fiscal y el abogado defensor del padre presentes.
Para la Fiscalía, la descripción de los hechos fue hecha “en forma clara y espontánea”, utilizando un lenguaje “acorde con su edad”. No había indicios de que estuviese “repitiendo un discurso aprendido”, dijo Morosoli.
También un perito psicológico del Instituto Técnico Forense tuvo apreciaciones similares y observó un “vínculo conflictivo con características agresivas de índole verbal, psicológica y puntualmente física por parte del señor Cabrera hacia su pareja”.
Otro perito del Poder Judicial que, según la fiscalía está “entrenado especialmente para detectar relatos inducidos en materia de abuso sexual”, “validó el relato” del menor.
Quien también escuchó el relato del niño fue la psicóloga del centro educativo al que asiste, y dijo ante el Juzgado que la narración fue “espontánea y acorde a su edad”.
“Tenemos pues un segundo profesional que accedió de primera mano al relato del niño, lo validó y descartó cualquier inducción por parte del adulto”, dijo Morosoli. “Todos ellos descartaron expresamente la hipótesis de inducción por parte de la niñera, remarcando la espontaneidad y confiabilidad del relato”, agregó.
Según señala el semanario Búsqueda, el escrito también indica que el audio de la niñera no fue tenido en cuenta como prueba de cargo ni incorporado al juicio por el juez Souto. “¿Cómo es posible que el tribunal sostenga que el relato de la víctima ‘puede ser catalogado como coherente, conteste’ y al mismo tiempo concluya que fue inducido por la niñera? El absurdo es evidente y así, el único argumento absolutorio cae por su propio peso”, indicó.
Elementos pendientes
El recurso también señala que luego del procesamiento con prisión de Cabrera, se solicitaron nuevos medios de prueba. Una pericia realizada a la computadora y el celular del hombre arrojó que en los aparatos se encontraban imágenes de pornografía infantil “que habían sido eliminadas previamente por el usuario”.
Esto también “permitiría ampliar el elenco de delitos tipificados en el auto de procesamiento”, pero “la investigación no podrá avanzar sobre este punto” en caso de que se ratifique la absolución, estimó el fiscal.
También se encontró en la casa de Cabrera una nota escrita por el hombre, que dice: “Cuando nació me enamoré de él, es mi sueño, pero estoy siendo el peor padre a veces (…) no puedo con mi ira (…) hace años pienso en suicidarme y no tengo el valor”.
La Fiscalía concluye que, en caso de que el Tribunal de Apelaciones considerara excesiva la prisión preventiva para Cabrera, podría haber solicitado su excarcelación sin clausurar la causa, ya que “claramente había elementos pendientes de diligenciamiento, decisivos para la dilucidación de la investigación”.