
La administración del intendente Enrique Antía quiere encontrar una solución de consenso con los ocupantes del asentamiento “El Placer”, mientras que en la pasada semana, un alguacil de la justicia distribuyó más de 170 cedulones de desalojo entre los habitantes del lugar.
La intención del gobierno departamental es encontrar una salida de consenso antes de que la justicia ponga fecha y hora para el desalojo.
Antes de la llegada de los cedulones, el Intendente Enrique Antía se hizo presente en la zona, acompañado de los directores generales de Asuntos Legales, Adriana Graziuso y de Vivienda y Desarrollo Barrial Alejandro Lussich, para interiorizar a los vecinos de los planes del gobierno departamental.
Lussich dijo a Correo de Punta del Este que la intención del gobierno departamental es lograr un acuerdo con los vecinos que implique un realojo en zonas cercanas, antes de la finalización de las acciones judiciales.
”A tales efectos se solicitó a los vecinos que se organizaran a través de una comisión representativa para encarar las negociaciones con un interlocutor válido. Además se les dijo que a la brevedad técnicos de la Intendencia se presentarán para actualizar el censo de pobladores”, señaló.
Larga data
La erradicación del asentamiento se ha ido postergando a través de los años. En la pasada administración de Óscar de los Santos algunas familias abandonaron el lugar tras acceder a planes de autoconstrucción de viviendas. En un primer momento fueron desalojadas siete viviendas y el restaurante “El pulpito”, ubicado junto a la cabecera este de los puentes ondulantes del arroyo Maldonado.
El asentamiento “El Placer” se encuentra delimitado al sur por el camino “Aparicio Saravia” y por el curso del arroyo Maldonado.
Para el gobierno nacional, este asentamiento se encuentra en la ciudad de Punta del Este.
Durante la administración del Intendente Oscar de los Santos fue incluido en la jurisdicción del municipio de la ciudad de Maldonado. El Placer fue antaño uno de los lugares preferidos de los lugareños. Por eso se construyó un camping e infraestructura para quienes deseaban pasar el día en esa zona. Las primeras casas del lugar fueron levantadas por políticos colorados en los años treinta.