El curul Francisco Sanabria, el mismo que en octubre de 2009 vandalizó la entonces 7ª edición de la Feria del Libro de Maldonado con un evento “musical” y de expendio de chorizos al pan ubicado en la calle Sarandí, se preocupa ahora por La Cultura (así, con mayúsculas) y corre presuroso en defensa de la moral pública.
Ubiquemos el contexto: la intervención del curul es en campaña electoral, a nombre de un partido minoritario, que quedará tercero y lejos en nuestro departamento y en lo nacional, un partido histórico y fundacional del país al que su apellido entre otros se encargó de destrozar, y de eso hay memoria entre los vecinos de Maldonado. Por lo tanto hay que entender los sonidos proferidos por el curul como un intento de cierto protagonismo, que por méritos propios nunca podrá obtener, y mucho menos por méritos asociados a eso que comúnmente entendemos como “cultura”.
Para su maniobra de protagonismo contó con aliados: por higiene personal no escucho la radio que emite en frecuencia modulada y que tiene sus estudios en la calle Dodera. Dicen mis amigos que el curul y su familia tienen cierta influencia allí. Al parecer el conductor del programa de la mañana y cierto locutor vocacional de las páginas policiales concedieron generosos espacios al curul, y fieles a su estilo, sin chequear información, se dedicaron a leer poemas deformando además sus contenidos.
Veamos el asunto.
Antecedentes
La 8ª edición del Encuentro de Escrituras de Maldonado, “Sur sin fronteras”, contó entre sus invitados con el poeta montevideano Diego Recoba. El poeta Diego Recoba es acusado por el curul, y presuntamente por un grupo de madres o padres, de haber leído poemas que provocaron “escándalo notorio”: “estamos hablando de sexo patológico, sexo denigrante, sexo con destellos de visiones traumáticas, y eventuales provocadores de trastornos para aquellos menores de edad que asistieran a algún tipo de estos eventos”, afirmó el curul, según él apoyado en consultas a profesionales. Incluye el denunciante en su misiva a los medios dos poemas, para demostrar – suponemos -, la clase de literatura que propone la poética de Recoba.
El 8º Encuentro de Escritura se realizó en Maldonado del 17 al 20 de setiembre pasado. Fue organizado por la Dirección General de Cultura de la Intendencia de Maldonado y la sala de profesores del Centro Regional de Profesores del Este (CERP). Es el único evento de su tipo en el interior de Uruguay, y reúne a escritores de Argentina, Brasil y nuestro país, con énfasis en la presencia del interior y de centralidades alternativas a las capitalinas. Este año se sumó un poeta de Costa Rica. Otros años han participado escritores de Chile, Paraguay, Perú, México o Cuba.
El encuentro es parte de las acciones de la Dirección de Cultura orientadas a la promoción de la lectura y al desarrollo de la industria editorial. Se complementa con otras de todo el año, la acción de las bibliotecas, la agenda de presentaciones de libros, la Feria del Libro, etcétera.
Uno de los objetivos centrales es la formación de nuevos públicos, y para eso las actividades no sólo se agendan en la Casa de la Cultura, sino en el propio CERP (todos los años forma parte allí de la grilla formativa de los futuros docentes), y en centros educativos de Secundaria de Maldonado, Punta del Este, San Carlos y La Barra. Es también único en su tipo en la región a ese respecto, y provoca el dialogo directo entre autores y jóvenes, lo que como acontecimiento pedagógico para la creación de nuevos públicos en torno a las escrituras contemporáneas ha demostrado ser una herramienta por demás importante.
El encuentro no ha tenido nunca una definición “programática”, pero en la práctica, revisando los sucesivos invitados, desde la primera edición en 2006 hasta acá, ha sido atento a la pluralidad y diversidad de nuevas escrituras, a la vez que respetuoso de ciertas trayectorias fundacionales de la literatura contemporánea. Para decirlo con algunos nombres: en las Escrituras han estado poetas de referencia como Antonio Cisneros (2009) o Affonso Romano de Sant’Anna (2010), o narradores emergentes de lo mejor de la narrativa contemporánea, Perla Suez o Selva Almada (2013). La trayectoria de las nuevas generaciones de narradores uruguayos, muchos de ellos surgidos desde el interior, y algunos desde Maldonado, se puede leer a través de los invitados: Pedro Peña (2006), Damián González Bertolino y Valentin Trujillo (2007), Leonardo Cabrera (2008), Leonardo de León, Rodolfo Santullo y Horacio Cavallo (2010), Martín Bentancor (2011), Matías Núñez (2014). Los más reconocidos escritores del departamento han sido invitados a las sucesivas ediciones: María Díaz de Guerra e Ignacio Olmedo (2006), Nelson Guerra, Fernández de Palleja y Jorge Albistur (2007), Juan Ángel Italiano (2008), Roberto Poy y Marciano Durán (2009), Ricardo Figueredo y Alfonso Larrea (2010), Horacio Verzi (2011), Julio Barrera (2014), a lo que hay que sumar la invitación a reconocidos autores de Maldonado o que acá residieron, ahora trabajando en otras ciudades: Silvia Guerra (2009), Roberto López Belloso (2010) o Alfredo Fonticelli (2014).
Entre los uruguayos, lo hemos explicitado alguna vez, el encuentro se sabe parte de la operación de construir nuevos cánones literarios, operación incesante por otra parte, y propia de todo evento que procure ser algo más que un espacio en la agenda. No se procura llover sobre mojado. No es una suma de consagrados por el débil mercado editorial uruguayo o por la crítica académica. Para eso hay otros espacios. Procura una fotografía de lo que se escribe en la región Mercosur y alrededores, en plan de foto de celular, y sin perder de vista la necesidad de propiciar nuevos diálogos entre el campo docente y el de escritores y sus lectores.
Los organizadores
No hay en el Encuentro de Escrituras una dirección artística al estilo de otros festivales. Es una opción que tiene sus riesgos, pero asegura la no cristalización de determinada manera de ver, determinado enfoque para la fotografía, en detrimento de otras: los contenidos son propuestos en dialogo, año a año, entre los docentes del área Lengua y Literatura del Centro Regional de Profesores del Este, algunos egresados de esa misma institución ligados al encuentro por su carácter de ex alumnos o por escritores, más los sucesivos invitados al encuentro, que como en otros eventos de este tipo, terminan formando parte de una malla de conversación, intercambio y apoyos mutuos en cada una de sus ciudades. Complementa el trabajo y ha asumido la coordinación el encargado de la Unidad de Programación Cultural de la Dirección de Cultura, área que está a cargo del funcionamiento del encuentro.
Pasando raya, en esta edición 2014 la decisión respecto a la grilla fue compartida, entre otros, por Mariel Cardozo y Santiago Dentone – docentes del CERP -, los escritores Horacio Verzi – ex docente del CERP, Premio Nacional de Literatura -, Damián González Bertolino y Fernández de Palleja – ambos escritores y docentes egresados del CERP, más consultas varias a invitados de ediciones anteriores, más el encargado de Programación Cultural. A la vez la programación de los liceos se hace en conjunto con docentes de los respectivos centros, los que en muchos casos suman otras propuestas de invitados, los que terminan sumándose a la grilla.
La 8ª edición del Encuentro de Escrituras tuvo actividades en la Biblioteca José Artigas de la Casa de la Cultura de Maldonado, el Centro Regional de Profesores del Este, la sede central del Centro Universitario Regional Este, y los liceos 1, 2 y 5 de Maldonado, 1 de San Carlos, de Punta del Este y de La Barra. En otras ediciones se llegó a otros centros educativos, incluso de otras localidades del departamento.
En términos prácticos, una vez confeccionada la grilla de invitados se elaboró una carpeta conteniendo ficha bibliográfica de todos los autores, y la misma se puso a disposición de todos los centros educativos, y del público en general y la prensa (http://www.maldonado.gub.uy/files/15628_dcc966_8vo%20Encuentro%20de%20Escrituras.%20Invitados.pdf).
Fueron cerca de cuarenta autores, de cuatro países en cuatro días. El balance de las actividades, de todas ellas, incluida la que contó con la presencia del poeta Diego Recoba en San Carlos, fue siempre positiva. Los docentes a cargo trasmitieron esa evaluación a la Dirección de Cultura. Los autores participantes se expresaron en el mismo sentido. Pero además, a la unidad no llegó ninguna clase de apreciación negativa, comentario, ni proveniente de alguna dirección de centro, ni de docentes organizadores locales.
Identidad del poeta
Finamente, ¿quien es Diego Recoba? ¿Cuales son sus méritos, los que justificaron su inclusión en el encuentro?
Nacido en Montevideo en 1981, es escritor, editor y periodista cultural. Publicó los libros de poesía Mocasines blancos y Diario de un viaje al Chuy y tiene en preparación Los violines de Lavoe. Relatos suyos han aparecido en antologías de España, Alemania y Francia. Escribe asiduamente en La Diaria y el portal de cine Roumovie. Formó parte del equipo de proyecto de gestión Ya Te Conté (yateconte.com). Es fundador y coeditor de la editorial La Propia Cartonera www.lapropiacartonera.blogspot.com. Formó parte del staff de la revista de artes plásticas La Pupila.
Ha sido invitado a eventos internacionales varios: después de nuestras Escrituras estuvo en el Festival Internacional de Literatura (FILBA, 24 de setiembre al 1º de octubre, Montevideo), y en el Festival de Poesía Latinoamericana de Bahía Blanca (3 al 5 de octubre).
Ha publicado en el sitio blog.eternacadencia.com.ar una serie de artículos acerca de la poesía contemporánea uruguaya.
Diego Recoba no es por tanto un desconocido o improvisado, tiene obra édita en más de un país, es redactor de un diario nacional, es gestor cultural de proyectos de importancia, realiza crítica literaria y periodismo cultural, etcétera.
El propio poeta se ha encargado en estas horas de dar su punto de vista. Entre otras cosas señaló: “Creo tener el criterio para darme cuenta que hay determinadas cosas de las que escribo que puedo leer en algunos lugares y en otros no. Por esa razón, la parte de mi obra que podría considerarse más “zarpada” no la leo de ninguna manera cuando me invitan a leer a centros educativos. Lamento informarle a Sanabria que le está errando feo con los informantes o simplemente está mintiendo. No leí “La vida de Egidio contada por Yesty Prieto” (que dicho sea de paso hace como 4 años que no leo en ningún lado) ni “Karibe con K”, los poemas que a Sanabria le contaron que desencadenaron un problema en la actividad”.
Como ya escribimos, el curul – y líder del partido que va tercero – ni siquiera se tomó el trabajo de contrastar la información que tenía, y le falta el respeto al poeta al circular un poema sin previa autorización: ¿sabrá que existe algo llamado derecho de autor?
Recoba, por otra parte, no es ningún improvisado ni su poética es novedosa en nuestra literatura. La referencia a Francisco Acuña de Figueroa y su Nomenclatura y apología del carajo es obvia. En los recientes ochenta hay que recordar el Sarandy Cabrera de Poesía Libertina.
La poesía del siglo XX significó el ingreso al templo literario del habla de la calle: desde Raul González Tuñón a Roque Dalton. En nuestro país la obra de Liber Falco quizás puede ser un momento de referencia, y más acá en el tiempo la de Mario Benedetti.
Pero al igual que en otros escenarios de la cultura artística, las clases medias han efectuado con éxito una operación de secuestro del gusto literario: imponen como válidos y legítimos recursos literarios inventados en los sesenta, que coexisten con el buen decir reconocido por las academias, en particular el ensimismamiento de ciertas poéticas contemporáneas. Y las culturas populares, todas ellas, entendidas acá como las prácticas expresivas y de disfrute – apropiación estética – de las clases populares, no son entendidas como parte de La Cultura, y en particular no son entendidas como parte de la poesía.
Recoba ha escrito acerca de esto en sus artículos. No necesariamente coincidimos con él. Es posible leer la estrategia creativa de Recoba poeta como parte de ese cuestionamiento a la “cultura legítima”, y como recuperación, para la poesía, de esos “otros mundos” que permanecen fuera del lente de lo literario. Una suerte de afirmación genérica: “Hay vida mas allá de la Facultad de Humanidades, entre los que bailan con Karibe con K”.
La estética de Recoba puede emparentarse con otras, muchas de ellas expresadas en las ediciones cartoneras. Pienso, claro, en uno de los más reconocidos de esa línea: Washington Cucurto, o en el santafesino Fernando Callero (invitado al encuentro en 2011), o en antecedentes en la poesía del argentino Ricardo Zelarayán.
En ese sentido, el libro Diario de un viaje al Chuy indica una afirmación de Recoba: el desafío quizás más fuerte de su línea de trabajo será zafar de los lugares comunes o el recurso fácil para el aplauso, y a la vez lograr la resignificación en clave literaria de un universo hasta ahora no registrado para la poesía.
¿Censura dijo?
Siempre han sido conflictivos en la historia cultural los procesos de legitimación y construcción canónica. No esperamos que el curul lo entienda. Pero si aspiraríamos a que entienda una cuestión más básica: no es legítimo intervenir desde la política sobre los procesos artísticos, o abrogarse desde ella el derecho de legitimar o deslegitimar. La censura es cosa fea, señor curul, y en su partido hay quienes lo saben.
Naturalmente que responderemos – como corresponde -, el adelantado pedido de informes, cuando llegue a nuestra oficina, y lo haremos de manera exhaustiva como es nuestra práctica. Prepararlo será una buena manera de hacer foco sobre un proyecto que ha sido central, en el marco de una política cultural que se ha tomado a la cultura y a los ciudadanos como cosa seria.
Quizás más que ocuparse de estos asuntos, podría el señor curul usar su tiempo contándonos que va a hacer su partido en una hipotética administración del sector cultural público. ¿O debo entender que la cultura sólo es preocupación para decorar sus actos con ritmos bailables, y para alguna cohetería de baja temporada?
Gracias señor curul por lograr que en plena campaña electoral nos hagamos tiempo para escribir de poesía. De paso, quizás quiera interesarse por este dato: el 3 de octubre pasado, en el marco del mencionado festival de poesía de Bahía Blanca, Recoba participó leyendo su obra en un centro educativo, en el marco de un segmento llamado “Los poetas van a la escuela” (http://www.lanueva.com/mobile/aplausos/780433/se-hace-el-4-festival-de-poesia-latinoamericana.html). Quizás pueda ampliar su pedido de informes a sus colegas del otro lado del río.
Foto: www.mec.gub.uy