Investigan balacera que terminó con la vida de una joven mujer

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Fue una emboscada. De milagro no hubo otros dos muertos. “Cuando empezó la balacera estaba con mi marido en la cama. Él me dijo que nos quedáramos quietos. Que no saliéramos a ver nada hasta tanto pasara algún rato. Fueron al menos veinte disparos los que escuchamos. Al rato, cuando salimos, vimos como todos los vecinos estaban como nosotros, absortos e incrédulos, mirando por la ventana de sus casas lo que había pasado”, dijo una vecina del lugar.

La camioneta VW Saveiro color roja, empadronada en Maldonado como B122.208, circulaba hacia el sur por la calle Justino Zabala Muniz del barrio Biarritz, ubicado al noreste de la ciudad de Maldonado.  Faltaban algunos minutos para que terminara el sábado.

En el interior del vehículo se encontraban tres personas. Camila Weissel Amarilla, oriental de 21 años, viajaba sentada en las faldas de su novio. Su primo iba al volante de la camioneta.

Al llegar a la intersección con la calle Serafín García a la altura del espacio público denominado “Plaza de la Unidad”, la camioneta fue impactada por varios disparos efectuados de frente. El parabrisas del vehículo recibió seis impactos de bala. Dos dieron en el capó. Otro en uno de los faroles. La Volkswagen continuó circulando pese a la lluvia de balas. El vehículo recibió otros dos impactos en uno de los costados y varios más en su parte trasera, dos de ellos en la puerta de la pickup.

La VW continuó unos metros más y dobló hacia el oeste por la calle Serafín García. Allí los dos ocupantes masculinos, uno de 19 y el otro de 21, huyeron del lugar. En el interior, quedó la joven de 21 años con al menos siete disparos en el cuerpo. Murió de inmediato. La occisa trabajaba en una joyería de Punta del Este.

Si bien la Policía no brindó información alguna, trascendió que uno de los ocupantes habría recibido, al menos, dos impactos de bala.

Tiradores

¿Hubo uno o dos tiradores? De un lado de la calle Justino Zabala Muniz, Correo de Punta del Este detectó siete de los clásicos círculos empleados por la Policía Científica para marcar donde fueron encontrados las vainas servidas de la pistola empleada en el homicidio. En el medio de la calle, los restos de vidrio de las ventanas laterales y de la luneta, impactada esta última de varios disparos.

Del otro lado de esta calle, a la misma altura, había marcados otros seis círculos. Esto implica que el tirador o bien disparó de ambos lados de la calle u otro sujeto efectuó otros tantos disparos. La Policía hizo saber por sus habituales informantes que el autor de los disparos se desplazaba en moto, de acuerdo al testimonio de uno de los ocupantes. También que el homicida fue identificado y su captura es cuestión de horas.

La Policía no tiene claro el móvil del caso. Empero, dejó entrever que podría tratarse de un ajuste de cuentas entre el o los asesinos con algunos de los que viajaban en la camioneta por una deuda de drogas.

El juez de turno, Marcelo Souto, interrogó ayer de tarde a los sobrevivientes del ataque. Al mismo tiempo, se busca a un sujeto que se desplaza en una moto. Todo indica que es el principal sospechoso de la muerte de la joven vendedora