
La edila Teresita Rivero denunció en la Junta Departamental, el pasado martes, la conducta displicente de los dueños de perros, que los sacan a pasear pero raramente se encargan de recoger sus excrementos. “Es muy difícil transitar por las veredas en cualquier parte de las ciudades del departamento debido a las deposiciones de los perros, la mayoría de animales que son sacados por sus propietarios expresamente a la vereda de su barrio para hacer sus necesidades”, señaló la edila. “Por esto, quienes transitamos por la ciudad debemos estar atentos a esquivar permanentemente estos desechos malolientes. Caminar por la ciudad mirando vidrieras o simplemente perder la permanente concentración durante un instante para saludar a un conocido, significa el riesgo de caca de perro en el zapato”, graficó.
Rivero dijo que “es evidente que en un departamento turístico, con pretensiones de pertenecer al primer mundo, este detalle maloliente nos pone lejos de ello. Es este un problema de falta de educación y de violación de las formas mínimas de convivencia, lo que se debe erradicar”, agregó.
Control y retiro
La legisladora indicó que los amos de los perros “no se preocupan por lo que ensucian las veredas y otros lugares públicos, pero tampoco podemos pretender que se habilite un sistema municipal de recolección de heces de perros. Por lo tanto, como se hace en otras ciudades del mundo, debe haber, eso sí, control y retiro de animales sueltos en lugares públicos, lo que sí corresponde y es tarea de la Municipalidad. Al no realizar estos controles en tiempo y forma se genera el desvío actual, porque no es posible tener animales sueltos en una ciudad moderna, turística y organizada, lo que provoca hasta accidentes de tránsito, muchas veces de gravedad. También, debido a ello, tenemos lugares de juego de niños llenos de excrementos”, señaló.
“Para finalizar esta exposición y conmover al Ejecutivo y al Legislativo, voy a narrar un acontecimiento grave que me tocó vivir, que es una perla más de este perverso collar de hechos lamentables producto de la falta de control municipal”, indicó. “El mes pasado, casualmente frente a mi domicilio, en Román Guerra y Mariano Soler, circulaba un trabajador distribuyendo facturas de Antel. En ese momento un perro se escapó de su casa y mordió al trabajador destrozándole los músculos de su pierna. Ese animal enfurecido fue detenido en su accionar gracias a la ayuda de las personas que a su vez corrieron el mismo riesgo que el herido. Debo mencionar que este hecho ocurrió a la hora 16:30, a pocos minutos de la hora de salida de los niños de la escuela, que circulan por esa vereda hacia sus casas. Sin duda que es un caso de extrema gravedad, como ya ha ocurrido y va a seguir ocurriendo si no se es tajante con los controles, porque son animales que están encerrados, de razas consideradas agresivas, que atacan a quien se les ocurre, a veces incluso a integrantes de su propia casa”, refirió.
“Defendemos tanto los derechos de los animales, como los de los vecinos y los de quienes transitan por las calles del departamento, pero también somos conscientes de que si estos hechos siguen ocurriendo la responsabilidad la debe asumir el Ejecutivo departamental, ya que existen todas las normativas y las sanciones que, si no se aplican, es por desidia o indolencia”, concluyó.
La edila solicitó pasar sus palabras a la Dirección de Higiene de la Intendencia y a la prensa. Fue apoyada por unanimidad.