
EN PERSONA. Un tramo de la calle Román Guerra, ente 33 y A. Santana concentró el movimiento y la algarabía de dos comités, uno de Darío Pérez y otro de Enrique Antía. En ambos se expendían chorizos a la parilla, aunque el local blanco los regalaba -una vieja costumbre- y el del FA los comercializaba. En este último se veía la figura, en correcta vestimenta del diputado, Darío Pérez. Era una gigantografía que engañaba a los transeúntes.
CAÍDO Y LEVANTADO. Un cartel con la imagen de Enrique Antía en tamaño natural se hallaba caído ayer en la tarde en la plaza principal. Cualquiera hubiera podido ver en el detalle un dato premonitorio, pero en horas de la noche las cosas se revirtieron. Esta vez al líder blanco le tocó el festejo y los bocinazos.
COLGANTES. Otros que hicieron su agosto fueron los vendedores de banderas. Colgadas como prendas de vestir, así lucían ayer en la plaza San Fernando y sobre la vereda del Banco República. No faltaba nada en esa improvisada Tienda de los Milagros, ni las divisas de Nacional y Peñarol, ni las que recordaban al viejo caudillo Aparicio Saravia, fallecido hace más de 110 años.
COLUMNISTAS. En virtud de la reglamentación municipal existente, ganadores y perdedores deberán dedicarse en los próximos días a limpiar las columnas de todo el departamento. Muchas de ellas lucen atestadas de carteles publicitarios de todos los colores. Culminó la zafra de los imprenteros y los carteleros.
AL VOLANTE. Desde tempranas horas de la mañana centenares de militantes se establecieron en puntos estratégicos del centro y los barrios de la ciudad para repartir las listas de sus candidatos. La esquina de Sarandí y 25 de mayo fue prácticamente copada por los seguidores de Enrique Antía.