Lacalle Pou no ocultó su malestar por las fiestas realizadas este fin de semana en Maldonado

En la noche del sábado, el director departamental de Salud fue advertido desde Montevideo sobre la organización de una fiesta clandestina en la zona rural del departamento

El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, no ocultó su malestar por las fiestas clandestinas realizadas este fin de semana en el departamento de Maldonado, una de ellas para más de 400 personas. “Hay gente que no termina de entender. ¿Cuál es el tema? ¿La idea es lamentar después que pasen cosas que no queremos? Sobran los ejemplos en el mundo de lo que ha pasado”, dijo el primer mandatario al finalizar el acto recordatorio de la batalla de Sarandí. “Hay determinadas competencias que tiene el Poder Ejecutivo que las va a aplicar para sancionar eventualmente este tipo de acontecimientos”, indicó Lacalle al recordar que “si alguien se cree que es más importante y tiene, haciendo un uso abusivo de la libertad, la posibilidad de dañar al resto no entendió lo que es una comunidad”. “En esto no hay magia”, dijo, al sostener que los problemas de salud de esta naturaleza, por el impacto de la pandemia, se generan por la conducta de cada uno de los ciudadanos.

Fiesta
En la noche del sábado, el director departamental de Salud, doctor Neris García, fue advertido desde Montevideo sobre la organización de una fiesta clandestina en la zona rural del departamento de Maldonado. “La información sostuvo que la fiesta sería para casi medio millar de personas”, aseveró. De inmediato, García se puso en contacto con el director de higiene municipal Jorge Píriz y con el jefe de Policía, Julio Pioli. “En un principio queríamos saber si el evento se realizaría o, si, por el contrario, era una noticia falsa. Lamentablemente, la información fue correcta”, añadió García. Esto motivó la conformación de un operativo del que tomaron parte inspectores municipales y efectivos de la Jefatura de Policía de Maldonado. Con el correr de los minutos los funcionarios fueron advertidos de un movimiento inusual que existía en la zona rural aledaña al paraje Las Cañas, al norte de la ruta 9.
“Al llegar los funcionarios se constató que la fiesta era tal como se había informad desde Montevideo. Al notar la presencia de los funcionarios tanto los invitados como los organizadores desaparecieron del lugar”, explicó García. “No fue una movida local. Acá hubo gente que llegó desde Canelones y Montevideo, algunos de ellos en ómnibus”, añadió. “Este es un fenómeno, el de las fiestas, que creo que también se están efectuando en Montevideo y Canalones en forma bastante frecuente”, expresó. “No obstante, en la noche del sábado se disolvieron otras fiestas, que, si bien no eran tan grandes como estas, están prohibidas por el decreto de la Presidencia de la República y son pasibles de multas y de las acciones legales correspondientes”, señaló García.

Intendencia
El director de higiene de la Intendencia de Maldonado, Jorge Píriz, sostuvo que el operativo demoró por la falta de información y por el lugar elegido para la misma. “Trabajamos en consulta con la Dirección Departamental de Salud y con la Policía. Y cuando llegamos al lugar encontramos una fiesta de más de cuatrocientas personas”, explicó. “Había ómnibus y la mayoría de la gente era de Montevideo y Canelones. Ante la presencia del cuerpo inspectivo, se pudo parar y se disipó rápidamente. La intervención fue cerca de las 2 de la madrugada. Pero no fue la única que hubo en la noche”, señaló. La fiesta en la zona rural de Las Cañas no fue la única realizada entre la noche del sábado al domingo pasados.
“También hubo una fiesta grande en la zona de Punta del Este, en el Golf. También se pudo disuadir y quedó sin efecto. Y hubo otra en La Barra”, indicó.
En el caso de la fiesta de Las Cañas no se trató de un encuentro casual de amigos. Por el contrario, fue una fiesta organizada con disc-jockey y equipos de alto costo, con barra de venta de bebidas. Los participantes de la fiesta fueron invitados por las redes sociales y a último momento por este medio cada uno de los invitados recibió la dirección de la misma. “Por tratarse de una fiesta clandestina, vamos a arrancar con la multa y luego lo pasaremos a Jurídica para que lo pase a la Justicia. Tampoco sabemos si cuentan con el mínimo de seguridad posible. Ya nos pasó con una fiesta clandestina que cedió el escenario. Por suerte no pasó nada”, explicó. La multa será de setenta unidades reajustables.