El senador José Mujica cumplió ayer una extensa y agotadora jornada proselista en apoyo de la candidatura municipal del diputado Darío Pérez. El exmandatario desembarcó a primera hora de la mañana aunque no llegó en un ómnibus de línea, como se esperaba sino en un automóvil Byd color gris de cuarto puertas. Otros dos vehículos ocupados por asistentes y custodios. El senador del MPP fue recibido en la nueva casa del Frente Amplio ubicada en bulevar Batlle y Ordoñez en el norte de la capital departamental. En el lugar era esperado por los tres candidatos a la Intendencia Darío Pérez, Horacio Diaz y Pablo Pérez. Mujica bajó molesto del automóvil y le pidió a uno de sus asesores que lo llevara al lugar donde se realizaría el encuentro con la prensa. Con los candidatos municipales compartió una mesa en una anunciada conferencia de prensa que devino en un acto partidario del que tomaron parte medio centenar de dirigentes y militantes.
“La Intendencia de Maldonado seguirá siendo frenteamplista. Estoy convencido más allá de las encuestas. ¿saben por qué? No es que nosotros seamos tan buenos. Lo que pasa es que ellos son horribles”, dijo Mujica en la ocasión.
“Como venimos realizando en otras partes del país, nos parecía imprescindible estar en este Maldonado, la capital nacional del turismo; teníamos que estar presente para tratar de colaborar con el esfuerzo de los compañeros en una lucha que no es sencilla. Que es complicada. Que no hay que confiarse mucho en las encuestas. Recuerden lo que pasó en las últimas elecciones nacionales y como nos tuvieron las encuestas. Hay que tenerlas en cuenta pero apenas como una guía. Y tener en cuenta que esta es una intendencia importante y que las organizaciones que componen el Frente Amplio tienen una oportunidad de que aparezcan nuevos militantes, dentro de los cuales muchísimos, viven la movilización del momento. Luego se dedican a su vida. Algunos pocos siguen en el trillo. Y cultivar a esos me parece fundamental porque sino se construyen herramientas colectivas de largo plazo, los cambios que estamos tratando de instrumentar difícilmente son sostenibles”, explicó.
El tronco
Mujica estimó que “la verdadera tarea es la de ganar las elecciones. Pero la verdadera tarea desde el punto de vista estratégico es tratar de cambiar a este país. Ese es un trabajo que requiere el esfuerzo de generaciones. Nosotros no podemos, no debemos dejar (que ocurra) lo que le ha venido pasando al Partido Colorado, que se acostumbró demasiado a ser gobierno y administrador de este país. Hay algo que va más allá de los cargos y de los asientos que se consiguen con el voto, y es la construcción de herramientas que después nos permiten continuar. Y ello significa galvanizar la voluntad de hombres y mujeres de nuevas generaciones, el verbo de la militancia y del verbo del compromiso”; explicó.
“Sé que no es sencillo. No podemos pretender que todo el mundo sea militante. No. Esa es imposible. Y no debemos jamás despreciar a nadie. A ningún recodo de la vida social y política del país. Tenemos que saber que el entusiasmo popular se mueve por grandes ramaladas y grandes desafíos. Pero necesita para complementarse, el tronco, la columna vertebral de cosas que son permanentes y se mantiene a lo largo del tiempo”, enfatizó.
“Esta intendencia es mirada como la niña bonita. Es un poco el sueño del pibe. Los que pagan no votan porque son extranjeros. Curiosamente. Debe ser un caso único”, ironizó Mujica.
Radiales
Después del encuentro, Mujica se dirigió hacia la emisora FM Gente donde fue entrevistado. A primera hora de la tarde, en tanto,encabezó un almuerzo en el hotel Conrad de Punta del Este organizado por el MPP para recaudar fondos. Los empresarios pagaron 300 dólares por cabeza. En las últimas horas de la tarde Mujica participó de una caravana y de un acto proselitista realizado por el diputado Darío Pérez.
Pese a que Mujica vino a marcar su voto a Darío Pérez. fue notoria la presencia de los otros dos sectores del Frente Amplio que tiene como candidatos a Pablo Pérez y a Horacio Díaz. Estos dos sectores inclusive participaron con avisos el acto de Darío Pérez cumplido al caer la tarde de la víspera.
La concertación y la manija
Una vez en la emisora local, Mujica hablo de diversos temas. Allí volvió a cuestionar la existencia del Partido Concertación y aseguró que formar una figura política lleva años en el Uruguay. “Esas cosas que pasaron en Brasil con Collor de Melo son imposibles en Uruguay. Usted puede tener toda la campaña de prensa que quiera, pero usted no genera en un período de un año a dos una figura determinante de carácter político. Acá cuesta. Lleva años. Por nuestro modo de ser. Es lo que está pasando con la Concertación en Montevideo. Se sintieron ofendidos. Pero, ¡si le cortaron las patas a Gandini! Hacía diez años que estaba peleando para ser un candidato. Naturalmente. Tenían al otro colorado (Ney Castillo) y también le cortaron las patas. Y pusieron unos tipos que capaz son excelentes con la señora, con los amigos, pero no los conoce ni Peteco. Que no se ofendan. Acá en uruguay no funciona que den manija y saquen un candidato. Y porque tengo plata y pongo el letrero ¡Papá! Si fuera así… Entonces a veces los partidos cometen errores. Bienvenido el error que cometió la Concertación. Le estamos profundamente agradecidos. Han hecho un gran servicio patriótico para nuestra causa”, dijo Mujica.
“Digo lo que pienso. Estoy seguro que muchísimos de ellos saben que yo tengo razón. Lo que pasa que no lo pueden decir pa’fuera. Pero saben perfectamente la forma que le cortaron las patas a Gandini: fue una infamia, le cortaron las patas para que no fuera figura política en el futuro para tenerlo contra”, agregó.
Bombero jubilado marcha por “otro camino”
El ex presidente brindó un discurso corto durante el almuerzo de recaudación de fondos organizados por el Movimiento de Participación Popular en el Hotel Conrad.
Mujica habló a los postres: “Estimados comensales: voy a dejar sentada mi protesta. Acabo de ser víctima de una maniobra inusitada. Cuando me proponía a saborear el postre, me propinan que tengo que decir”, se quejó.
“Vuelvo a dejar constancia que yo he venido acá a estar tranquilo. Me he pasado cinco años de bombero. Es tiempo de otra marcha, de otro camino. Así que espero que nunca más me hagan estos desafíos”, adelantó.
“Ustedes saben que los procesos electorales en mi país están a punto de culminar. Es la última ronda. Los hacemos bastante largos, los hacemos bastante tediosos, bastante interminables. Tal vez como somos pocos queremos estar entretenidos. Pero si tenemos en cuenta la movilización por las alcaldías, si tenemos en cuenta la movilización por las intendencias, hay un vasto movimiento político en el país que expresa el republicanismo de nuestra sociedad. Hay gente que dice que cuanto más se gasta en democracia mejor. Tal vez si. Tal vez no. Es, como cualquier tema, opinable. Pienso que en el futuro, un futuro que yo no voy a ver, pero en la dirección en el que el mundo camina, las decisiones municipales cada vez van a ser más importantes. Al mismo tiempo que las decisiones nacionales del gobierno nacional van a ir perdiendo importancia. Porque la humanidad va a ir funcionando tras un conjunto de acuerdos, que a veces serán imposiciones del mundo central mas fuerte, que van a laudar una cantidad de cosas. Así como están las reglas de la OMC, las habrá ajustadas al cambio climático, a un montón de cosas, como los derechos humanos, donde cuestiones que hoy nos parecen prerrogativas soberanas de las naciones se van a ir diluyendo en el tiempo, mientras que lo municipal adquirirá cada vez más prerrogativas”, razonó Mujica.
Los encuentros y el menú
Al almuerzo del hotel Conrad concurrieron, en su mayor parte, comerciantes locales. Alrededor de 115 invitados pagaron los 300 dólares que costaba el ticket. Al ingresar al salón Montecarlo del hotel Conrad donde se realizó el almuerzo, Mujica detectó la presencia de Juan Carlos López Mena. Caminó los metros que lo separaban y lo saludó estrechándole la mano. La conversación fue amable y corta. Mujica se retiró luego hacia la mesa que compartió con el diputado Darío Pérez y otros dirigentes.
El ministro del Interior, Eduardo Bonomi y su esposa se sentaron en la misma mesa que López Mena. Ambos dialogaron durante las más de dos horas que duró el almuerzo. El contratista de obra pública Eduardo Álvarez, titular de la empresa Ramón C. Álvarez, fue otro de los empresarios presentes.
El menú consistió en una entrada de salmón ahumado con spaghetti de palmitos, alcaparras, cebolla colorada y aceite. El plato principal fue rack de cordero con papas al gratín y ratatouille. El postre: mousse de dulce de leche en vaso con estrellas de brownies, crema fresca y salsa de chocolate. Las bebidas: refrescos, agua mineral, vino cabernet sauvignon reserva Conrad, vino chardonnay reserva Conrad y cerveza nacional.
Foto: archivo presidencia