
Los dos fallos emitidos ayer por la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos sobre la demanda contra la República Argentina entablada por los holdouts repercutieron casi de inmediato en el mercado de cambios local.
El peso argentino que llegó a cotizarse a la apertura del mercado de cambios de ayer lunes a 1.70 pesos uruguayos, cayó apenas se conoció el contenido de los dos fallos adversos emitidos por el máximo órgano jurisdiccional estadounidense.
El peso argentino cayó de 1.70 a la compra a 1,55 uruguayos, lo que representó una caída del 8,82 por ciento, de las más importantes de los últimos tiempos. En algunos cambios el peso argentino fue tomado ayer a 1.60 uruguayos.
Hace diez años, el 16 de junio de 2003, apenas asumido el entonces presidente Néstor Kirchner, en el mercado de cambios de Punta del Este se pagaban 9 pesos uruguayos por cada argentino. En estos diez años el peso argentino se devaluó un 82,77 por ciento respecto a la moneda nacional.
Este comportamiento explica por qué pasa lo que pasa con la llegada de turistas de clase media de esa nacionalidad. Por lo demás, el dinero argentino perdió su poder de compra a causa de la fuerte inflación que exhibe la economía del vecino país.
Más allá de los avatares cambiarios, el fallo judicial complica aún más a la Argentina, que tendrá enormes dificultades ahora para financiar su enorme déficit fiscal y la explotación petrolera.
Además, provocará un desánimo generalizado, el aumento de la cotización del dólar, de las tasas de interés y problemas de todo tipo y color. En los hechos queda claro que quedan todavía por delante dos años muy complicados para Punta del Este. La caída en el ingreso de turistas de esa nacionalidad se acentuará con el paso de los días. Difícilmente los argentinos podrán hacerse de dólares para pagar no solo sus deseos de viajar al exterior sino las obligaciones que tienen en la zona por ser propietarios de apartamentos y casas. Las perspectivas para la próxima temporada de verano son incluso peores que las del año pasado.
Fallos
La Suprema Corte de Justicia de EEUU dio a conocer ayer dos fallos sobre la República Argentina. En uno de ellos, no hizo lugar al planteo argentino de revisar la sentencia en primera instancia del juez neoyorquino Griessa que la obliga a pagar 1.330.000.000 millones de dólares a un fondo buitre o holdouts, como se le conoce.
Los acreedores que ganaron el juicio forman parte del 7 por ciento de los acreedores argentinos que no se plegaron al canje de deuda aplicado por el gobierno de Néstor Kirchner entre los años 2005 y 2010.
La decisión de la SCJ de los Estados Unidos abre las puertas para reclamos de cobro por otros 16.000:000.000 dólares más intereses de parte de otros bonistas.
El segundo fallo, conocido como Discovery, no es menos fuerte y negativo que el anterior, por cuanto obliga a los bancos a informar a la justicia sobre los activos argentinos depositados en el exterior. Es decir, fondos estatales que puedan ser embargables por los acreedores si Argentina no paga lo que debe.
En este caso el gobierno de Barack Obama había estado del lado de la Argentina.
En abril pasado, la administración del presidente estadounidense brindó ante la Corte Suprema su apoyo a la posición argentina en el juicio que el país enfrenta a fondos buitre en la causa denominada “discovery mundial”.
El eje de discusión era el fallo emitido por los tribunales de Nueva York en el que avalaron el pedido del fondo buitre NML Capital de obtener información de activos de un estado extranjero.