
El Poder Ejecutivo desestimó el proyecto de construcción del complejo portuario previsto para Piedras del Chileno en la bahía de Maldonado. Se trataba de un megaproyecto de 300 millones de dólares que incluía hotel cinco estrellas con sala de convenciones, un casino privado, un puerto para yates y un emprendimiento inmobiliario de unos 280 mil metros cuadrados con viviendas en bloques aterrazados.
El presidente José Mujica resolvió esta semana dejar sin efecto el permiso que se había concedido para ello a la firma Bandeluz SA el 31 de octubre de 2005.
Un informe elaborado por el Departamento de Concesiones y Servicios de la Dirección Nacional de Hidrografía sostuvo que la instancia de presentación de estudios y levantamiento de observaciones nunca fue terminada. Desde el año 2007 la firma no presentó documento alguno, lo que en los hechos detuvo el proceso.
El 9 de enero pasado la empresa Bandeluz SA notificó a la Dirección Nacional de Hidrografía la venta del predio de 26 hectáreas de su propiedad donde se levantaría parte del complejo.
Asimismo, la empresa agregó que no podía llevar adelante la obra por “haber cambiado los tiempos”, problemas con los potenciales inversores, con la rentabilidad y las actuales condiciones del mercado.
“Resulta evidente que al desprenderse el proponente del bien asiento del proyecto, la propuesta tal como fue aceptada por el Poder Ejecutivo ya no existe en esos términos; se ha modificado por voluntad unilateral del proponente, uno de los elementos que viabilizó la aceptación de la propuesta”, sostiene la resolución firmada por el presidente José Mujica.
Excepción
La venta del predio por parte de Bandeluz Sociedad Anónima fue precedida por una excepción a la ordenanza de la construcción votada en junio del año pasado en el plenario de la Junta Departamental de Maldonado.
El cambio de ordenanza multiplicó el valor de la tierra al habilitarse la construcción de bloques de edificios y la reducción de la franja costera.
Los ediles blancos y colorados votaron en contra y denunciaron que la modificación de la norma favorecería a los propietarios de los predios ubicados en la zona del proyectado puerto.
“Antes del lunes 24, el metro cuadrado en la tierra de Bandeluz S.A. costaba US$ 100. Ahora pasó a costar US$ 400. Esto es un negocio inmobiliario. No existe, salvo en los papeles, ningún puerto. Tampoco se aseguró la accesibilidad a la playa, lo que en los hechos puede generar una costa exclusiva”, afirmó en esa sesión el edil Rodrigo Blás.
Asimismo, aseguró entonces que la propuesta no hacía referencia a ningún puerto que explique la razón por la que se le concedía posibilidad de construir en altura en esos predios. La normativa incluye la autorización para construir bloques de hasta cinco pisos dentro de una faja de 50 metros sobre la playa, siempre y cuando se construya el puerto de Piedras del Chileno.
¿Dónde está el puerto?
“Le preguntamos al director de Planeamiento dónde estaba el puerto. ‘En el expediente’, nos contestó. ¿Dónde está el expediente?, le repregunté. ‘En las oficinas’, me dijo. O sea que este puerto de Piedras del Chileno no existe”, dijo Blás. “No sabemos lo que se tiene que construir para tener los 50 metros habilitados. No lo sabemos. No lo sabe la Intendencia, no lo dice la norma. Va a venir mañana uno de los que tiene un terreno en esa zona, va a construir un muelle para su barco, su yate o su chinchorro y va a decir que acá está el puerto de Piedras del Chileno. Y le van a tener que decir que sí, porque las características y los detalles del puerto que sirve de base para cambiar la ordenanza no están en la norma, ni como referencia, pese a que pedimos que los incluyeran”, agregó.
El oficialismo contó con los 17 ediles de su bancada aunque tres de ellos, al final de la sesión, aseguraron que votaron por disciplina partidaria.
“¡Aguanté la paliza estoicamente! Acá hay gente que se merece la paliza. Yo me la llevo gratis”, sentenció el edil comunista Heber Núñez al finalizar la votación. Núñez reconoció, en los hechos, que el oficialismo no trató el tema como tendría que haberse hecho en la Comisión de Obras.