Por el Dr. Jorge R. Bruni
Destacadas personalidades mundiales han expresado su rechazo al sistema, al menos en teoría. Alguien ha dicho “la crisis económica – social y el consiguiente aumento de la pobreza tiene sus causas en políticas inspiradas en el neoliberalismo que consideran las ganancias y las leyes del mercado como parámetros absolutos en detrimento de la dignidad de las personas y de los pueblos. Todo inspirado en una actitud de la sociedad, que se ha ido acostumbrando a ello. “La concentración monopólica de los medios de comunicación social es el colonialismo ideológico….Nuevo colonialismo que adopta distintas fachadas, a veces algunos tratados denominados de libre comercio”
Lo expresado en cuanto a contenidos no es novedoso. En cambio sí lo es quien ha pronunciado esos conceptos. Los ha emitido el Papa Francisco. Por otra parte, ¿hubiéramos imaginado tiempo atrás que tratándose de Derechos Humanos Fundamentales el Papa diría: “Tierra, techo y trabajo (las tres T) para todos nuestros hermanos y hermanas, son derechos sagrados”.
En definitiva tenemos concentración monopólica de la comunicación; moderno colonialismo que adopta forma de Tratado de Libre Comercio, a lo que agrega su calificación del neoliberalismo. Y no olvidemos que algún papel, desconozco en que grado, jugó en el mejoramiento de la relación entre Cuba y EEUU, o su intento de mediación entre el gobierno de Colombia y las FARC.
¡Qué temas manejados políticamente, sí, políticamente, por Francisco, el Papa! Quién pensaría pocos años atrás, que aquella vieja división histórica entre Religión o Política, ley del hombre o ley de Dios, Derecho Positivo o Derecho Natural, que precisamente fuera un Papa el que podría llegar a ser un actor que acapararía la atención en temas de relevancia ideológico – política. Y no me sorprende, porque en una verdadera democracia, las personas conviven y expresan sus ideas e intereses referidos a los asuntos que tienen que ver con la ciudadanía. Aristóteles, aquel personaje nacido 2.400 años atrás, nos decía: “el hombre es un animal político”. ¡Y claro que sí!
Política y Cultura están relacionadas. No es ninguna novedad. Como tampoco lo es, el hecho de que en una verdadera democracia, las personas conviven y expresan sus ideas e intereses referidos a los asuntos que tienen que ver con la ciudadanía. Ya en nota anterior escribíamos ¡qué mundo cambiante, diverso y complicado! vivimos en la actualidad. Hacíamos mención al surgimiento de nuevos e inesperados actores. Sea a nivel nacional y/o universal colectivo o individual. E hicimos alguna referencia expresa en esa nota al Papa Francisco.
Y precisamente por estar en juego aspectos político ideológicos, lógicamente el mundo capitalista financiero reaccionó como tal. ¿Cómo un Papa puede decir esas barbaridades?, respondieron duramente los republicanos de EEUU con su candidato presidencial de derecha Jeb Bush a la cabeza, quien junto a otros recalcitrantes personajes católicos, le mandaron el mensaje diciéndole que “trate de hacer mejores a las personas y no se dedique a cuestiones que tienen que ver con aspectos políticos”.
¡Qué hipocresía la de los republicanos y otros innombrables personajes, decirle al Papa que trate él de mejorar a las personas y que no se dedique a cuestiones que tienen que ver con la política, como si ésta no tuviera nada que ver precisamente con los temas a que refiere Francisco. ¿O son ajenos a la POLÍTICA? ¿Y el futuro? “La mundialización de la esperanza de los Pueblos que crece entre los pobres, debe sustituir a la actual y excluyente globalización y a la indiferencia ante la misma.
Los más humildes, los explotados y excluidos, pueden y hacen mucho por ello. Me atrevo a decirles que el futuro de la humanidad está, en gran medida, en sus manos”. Conceptos sintetizados que ha expresado el Papa, que en definitiva ha hablado acerca de los males conocidos, retomándolos, y que según él, la sociedad se ha ido acostumbrando a ellos.
Y resaltamos lo expresado sobre la indiferencia, cundo no el hastío ante la política, que no es otra cosa que frivolidad ante la cosa pública y sus complejidades, demostrando un total desinterés ante los problemas de la ciudadanía y la cotidianeidad. Y ello debe combatirse a fondo, utilizando las clásicas herramientas democráticas, siendo la principal el diálogo, y referimos fundamentalmente al que nace en la calle, donde se expresan los reclamos, las protestas, la búsqueda de soluciones, etc. Nada se oculta. Y no significa despreciar otros diálogos existentes en la vida diaria. Todo lo contrario.
Cuando el Papa Francisco refiere al imperio del dinero con sus demoníacos efectos como la droga, corrupción, trata de personas, violación de los Derechos Humanos, aumento de la pobreza, califica todo ello como un perverso negocio. Agregando expresiones contra el neoliberalismo que es la causa de todo ello, uno piensa que debería ser imposible que cualquier integrante de una sociedad medianamente informada y con pensamiento progresista, no diga estas cosas, cada uno con su estilo.
Sin embargo, el espectro político neoliberal de derecha, se ha caracterizado por un silencio casi absoluto desde el punto de vista político. Salvo la reacción de Jeb Bush y sus amigos, que se ha dirigido al Papa, porque según ellos, se ha excedido en sus funciones que es hacer mejores a las personas. ¿Y ellos no tienen nada que ver con el tema? O es que estarán favoreciendo la indiferencia, ignorancia, frivolidad, para mejorar sus ganancias, si es que todavía pueden mejorarse. Porque debe existir un límite ¿no?
(1) El autor de la presente nota no tiene afinidad con religión alguna.