En una exposición planteada el pasado miércoles en la sesión del legislativo comunal, el edil Guillermo Moroy hizo referencia a las resistencias que genera la colocación del chip electrónico en los perros y sugirió que su costo se unifique con el de la patente, que ya se cobra desde hace años. Durante su ponencia, el edil recordó que durante una anterior gestión nacionalista, se había querido hacer obligatorio el uso del chip electrónico y comentó que ya entonces, como actualmente, había mucha oposición de parte de la ciudadanía.
“Es un tema de larga data, inclusive me acuerdo que en algún momento hasta se propuso algún proyecto por parte de un director de Higiene de la Intendencia de Maldonado, que fue Jorge Curbelo, en el año 2001 aproximadamente, y me acuerdo de la resistencia que tuvo en aquel momento por parte de la sociedad en general y de varias fuerzas políticas, incluida creo que hasta la propia”, dijo Moroy.
“Es en el día de hoy que esta iniciativa ‒al amparo de la Ley de Tenencia Responsable, Ley Nº 18.471‒ vuelve con una propuesta de identificar a los perros y agregarles un chip para saber quiénes son los propietarios de los animales y tener un registro de los mismos.
Creemos que, si bien el fin es muy loable, en los hechos es impracticable, porque se le va a exigir a la gente que sí es responsable de la tenencia de sus animales, o sea, sí lleva adelante una tenencia responsable, pero no se van a poder controlar casos como los de las jaurías o de los animales sueltos, que no se van a poder identificar. A su vez, se le va a agregar una carga a los propietarios marcándoles una doble imposición, porque, por un lado se les va a cobrar la patente de perro, que son $500 y algo lo que cuesta, más otros $500 del chip”, indicó.
“Gran resistencia”
Moroy dijo que “si convertimos esto a pesos, hablando de que se calcula que hay una población de 1:742.000 animales ‒según una encuesta que hizo Equipos Mori para evaluar la cantidad de perros que puede haber en el país‒, estamos hablando, en el caso del chip, de unos U$S 30:500.000 de costo, que los va a tener que pagar la población, más, a su vez, el pago del costo de la patente, que estamos hablando prácticamente de unos U$S32.400.000”, señaló.
“O sea que estamos hablando de que la población va a tener que erogar U$S 62:000.000 en algo que no deja claro que cumpla con los fines. Creo que entre los fines que tiene que tener la sociedad uruguaya primero está el reducir la cantidad de animales por medio de las castraciones, por medio de otros métodos, por medio de lineamientos culturales que enseñen a la población lo que es una tenencia responsable. Y, a su vez, creemos que es impracticable, porque los mismos de siempre ‒los responsables‒ son los que van a tener que mantener gran parte de este costo y a los que se va a fiscalizar. Además, en algunos lugares de contexto crítico, por un tema de costo no va a ser practicable, porque si se tienen tres perros y se tienen que pagar las patentes y los chips, creemos que a más de uno se le va a hacer cuesta arriba poder identificar a los animales. A su vez, a esto va agregada una campaña de amenaza: se van a cobrar grandes multas, que empiezan en el orden de los $5.000 y algo y van hasta montos muy importantes”, indicó.
Moroy dijo que “esta medida ha tenido una gran resistencia ‒es más, hasta hemos visto manifestaciones en el departamento, que se han hecho en la Plaza de Maldonado‒; resistencia a nivel de todo el país. Por lo tanto creo, o creemos, que no es el método decir: ‘Bueno, vamos a cobrar algo más y vamos a inventar un costo extra para los propietarios de animales’”, indicó.
“Vieja data”
“Creemos que esta no es la solución al problema; problema que es de vieja data y que no solo viene de este gobierno, sino de varios gobiernos atrás. Se quiso solucionar con la Ley de Tenencia Responsable ‒que ya está por cumplir ocho años‒, pero esta no ha tenido un resultado desde el punto de vista práctico o de la eficacia, y creemos que esto, este chip, tampoco va a generar los resultados que se persiguen con la ley”, señaló.
“¿Por qué? Porque no va a ser de uso riguroso para todo el mundo, para todos los animales ‒como dije, en la situación actual del Uruguay hay animales que son imposibles de controlar‒; va a haber gente que no lo va a poder cubrir por temas económicos, por tema de recursos. Entonces, creemos que en este tema se tiene que pensar y unificar las dos erogaciones ‒tanto la patente como el chip‒ en algún sistema que sea más práctico y que los usuarios, la gente que paga, vean que tiene un fin práctico, no un fin por el cual se crea un agujero negro en el cual se van los dineros y no se obtiene el resultado que la población desea” concluyó.