
Pilotos y mecánicos realizan los últimos ajustes a sus bólidos de cara a la prueba de Fórmula E prevista para mañana sábado en el circuito callejero de Punta del Este.
El director general de la competición, el español Alejandro Agag, tiene una enorme expectativa tanto por el resultado de la prueba como por su repercusión en todo el mundo.
“Estamos encantados de estar en Uruguay, estamos encantados de estar en Punta del Este. Ha sido un tiempo largo de preparación de esta carrera. El circuito está espectacular junto a la playa, a los edificios, como lo imaginamos. Ver esto convertido en una realidad es una gran satisfacción para toda la Fórmula E. He tenido oportunidad de comentar con los equipos sus impresiones sobre el circuito y la carrera. Ambas son muy positivas. Los equipos están muy gratamente impresionados por el circuito”, indicó Agag.
“Este será un evento muy importante desde el punto de vista del impacto mundial. Es la primera carrera que tenemos en esta zona horaria del campeonato. Esto tiene una importancia muy significativa cuando miramos las audiencias que puede registrar esta carrera si tenemos en cuenta que la de Malasya tuvo un millón y medio de espectadores en los Estados Unidos, una cifra muy alta para ese país en cuanto a espectadores de una carrera automovilística. Por el horario de esta carrera de Punta del Este puede generar una mayor cantidad de espectadores. Incluso más que los televidentes de la prueba de China, que fueron 25 millones de personas”, enfatizó Agag. “Este es un escaparate muy importante para la Fórmula E. Un escaparate muy importante para Punta del Este y para Uruguay”, agregó.
Otro público
El balneario respira un clima distinto para esta altura del año mientras en la zona de la playa Brava se vive un ambiente similar al que se registra en la Fórmula 1. Tanto allegados como extraños a la carrera aseguran que se trata de la mayor prueba en la historia del automovilismo deportivo del país. Para encontrar algo similar hay que remontarse a principios de los años cincuenta cuando el quíntuple campeón argentino Juan Manuel Fangio, junto a otros astros de la época, compitió en el circuito de Punta Fría, en los alrededores de Piriápolis.
Integrantes de los equipos y miembros de la organización transitan a toda hora luciendo sus camisas y acreditaciones entre el cuartel general de la prueba, ubicado en la vieja estación Ancap de Gorlero y el circuito en la playa Brava.
“Estamos muy contentos con la gente de la competencia. Es otro público. No preguntan precios y compran de todo. Son distintos a los turistas que bajan de los cruceros”, explicó Leticia Giménez, propietaria de la legendaria Casa Dante de la avenida Gorlero.
Los responsables de la organización alquilaron más de 1600 noches de alojamiento y una enorme cantidad de elementos de todo tipo, desde insumos para los vehículos hasta los alimentos destinados al consumo de todos los involucrados en la prueba.
El estacionamiento de la playa Brava, entre la escultura de La Mano y el parador La Olla, no solo tiene a buena parte del trazado del circuito, también alberga a los boxes de cada equipo y los lugares de aprovisionamiento, palcos vip, salas de prensa. Desde comienzos de esta semana alrededor de un centenar de efectivos policiales, militares y bomberos montan un severo dispositivo de seguridad que impide el acceso a todas aquellas personas que no estén debidamente acreditadas ante la Federación Internacional del Automóvil. En el interior del complejo se observa una febril actividad de los mecánicos ensamblando los vehículos con su correspondiente carrocería y el núcleo de su motor, una batería eléctrica.
Los bólidos
Los automóviles llegaron en las últimas horas en un vuelo de la firma DHL, encargada de llevar a todo el mundo tanto a los automóviles como al resto de la infraestructura. Un total de 450 toneladas de equipos llegaron al aeropuerto de Carrasco en tres vuelos contratados por DHL. Desde allí fueron trasladados a Punta del Este en un convoy controlado por la Policía Caminera.
Es la primera de las pruebas de la Fórmula E que se realizará en el mismo huso horario o similar al vigente en América del Norte y Europa. Esto tendrá un impacto en la audiencia televisiva que se espera supere al registrado en las dos pruebas anteriores disputadas en Asia. La prueba será transmitida en vivo por la cadena FOX a un centenar de países.
Cable
A horas de la carrera, el suministro de energía eléctrica provisto por UTE no llega todavía al lugar de la competencia. Hasta algunas horas atrás, personal de una empresa contratada cavaba zanjas entre la reductora de la parada 3 y el lugar de la prueba. Por las dudas, los organizadores de la prueba trajeron al país los generadores propios para asegurar la energía a los vehículos de la prueba. “No estoy muy al tanto de los detalles operativos. Sé que ha habido que hacer algunas obras para traer la energía. Son como el dolor de parto. Esas experiencias que vamos recogiendo”, indicó Alejandro Agag, Ceo de la prueba. El ejecutivo español se mostró encantado con Punta del Este y adelantó que la prueba llegó para quedarse, al menos, por tres años más.
Di Caprio
El actor estadounidense junto a otros empresarios es propietario de uno de los equipos que compiten en la Fórmula E. Entre ellos sir Richard Branson, el ex competidor Alain Prost, entre otros. Hasta el momento ningún integrante de la organización confirmó la presencia de Di Caprio en Punta del Este. Los integrantes de su equipo se alojan en dos apartamentos del último piso de una de las dos Torres Imperiale, ubicadas frente al circuito. Empero, trascendió en las últimas horas que los mismos integrantes del equipo alquilaron una casa en La Barra. Por las dudas, dicen.
Inversión
La prueba representa unos 100 millones de dólares de inversión. Cada automóvil, son dos para cada carrera, cuesta unos 400 mil euros. Su batería, otros 60 mil de la divisa europea