Por tercera vez en los últimos años, un edil de la Junta Departamental denunció el pésimo estado en el que se encuentra la cruz de cemento que corona el cerro Pan de Azúcar, un monumento que suele ser visitado cada año por lugareños y centenares de turistas de diversas procedencias. El edil Gerardo Rótulo se refirió al tema en la sesión del martes 20 de mayo e hizo proyectar imágenes como prueba de que la construcción “da pena”. Asimismo pidió enviar sus palabras adversos organismos públicos.
No obstante Correo de Punta del Este pudo saber que la cruz fue erigida en un predio privado en el que ni la comuna ni el municipio piriapolense tienen injerencia alguna.
En su ponencia sobre el tema, Rótulo mostró imágenes de la escalera caracol, que trepa por el interior de la cruz. Según mostraron las fotografías, la escalera “está totalmente arruinada, no solo por los grafitos, sino también porque se ha empezado a caer el revoque; hasta se han caído pedazos de la cruz”, indicó.
“La cruz de 81 años que se erige sobre el Cerro Pan de Azúcar –visible desde varios kilómetros a la redonda– y que es un verdadero emblema de nuestra querida Zona Oeste, del departamento de Maldonado, presenta un alto grado de descuido, y lo más grave es el deterioro en su colosal estructura de hierro y cemento”, dijo Rótulo. “Días atrás, junto a un grupo amigos, ascendimos hasta la cumbre del Cerro Pan de Azúcar para verificar las múltiples denuncias y muestras de preocupación, tanto de residentes de la zona como de ocasionales visitantes. Allí pudimos verificar que no solo la base de la cruz presenta un descuido total, sino que la propia estructura de hierro y cemento tiene un alto grado de deterioro”, agregó.
Inaccesible
Rótulo explicó que el cerro tiene una altura de 423 metros y que treparlo “siempre ha sido un desafío, por cuanto no existe un camino delineado, sino que se asciende y se desciende observando, en distintos puntos, flechas pintadas en las rocas que marcan el camino hacia y desde la cima”.
“Sin embargo, el entorno de la base misma de la cruz, concebida en 1933 y de 35 metros de altura, presenta una inaccesibilidad prácticamente total, por la gran cantidad de arbustos, entre ellos espinas de cruz, y por un enorme volumen de residuos que dejan los propios visitantes, lo que demuestra que no existe mantenimiento alguno”, señaló.
“Al ingresar al interior de la cruz nos encontramos con la angosta escalera caracol que lleva hasta los brazos, a través de sus 102 escalones. Cuando se inicia el ascenso hacia los brazos –donde pueden observarse paisajes inigualables a través de enormes ventanas, cómodamente sentados en los bancos de cemento–, aparecen al desnudo los hierros de la estructura e interminables manchas que confirman el ingreso de la lluvia y la humedad”, explicó.
“Se pueden constatar rajaduras y desprendimientos de material, que siguen confirmando el alto grado de deterioro y abandono, el que también se constata con miles de grafitis de todo tipo, color y leyenda. Ahí vemos uno de los arcos que agarra los brazos de la cruz. La gente que armó esta cruz, llevando los materiales hasta allá arriba a lomo de mula, si estuviera viva se querría morir; con lo que sufrieron para armar esta cruz, que es un emblema para nuestra ciudad de Pan de Azúcar y para toda Zona Oeste. (…) La cruz está toda destruida, da pena”, añadió.
Rótulo pidió finalmente que sus palabras pasaran al Municipio de Piriápolis, a la Comisión de Turismo, a la Dirección de Turismo, al Ministerio de Turismo y a la prensa.
Otras carencias afectan al cerro San Antonio
Gerardo Rótulo también denunció en el legislativo que le habían llegado quejas sobre “la falta de contenedores” que se advierte en el cerro San Antonio. “Antes había contenedores en los descansos y en la cumbre del cerro; ahora la empresa de recolección de residuos manifiesta que de común acuerdo con la Intendencia Departamental de Maldonado ha decidido suprimir la recolección en esa zona de Piriápolis”, afirmó.
“Ahí hay muchos negocios, esa zona es visitada por turistas y por personas religiosas por estar ahí la imagen de San Antonio. Y hay vecinos que no saben qué hacer con la basura, al menos que la IDM quiera que estos mismos vecinos, que pagan impuestos, recojan la basura y la lleven hasta el contenedor más cercano, que queda en la falda del Cerro San Antonio”, indicó. “Lo que alegan para sacar estos contenedores es que supuestamente un técnico prevencionista aconsejó que no se hiciera la recolección porque era riesgoso para los camiones que circulaban ahí arriba y para los propios empleados. Pero la gente está tratando de bajar la basura con sus propios vehículos hasta el contenedor más cercano, y eso no puede ser; ellos pagan los impuestos, se le paga a una empresa para que realice la recolección de residuos y esto no está ocurriendo. O, al menos, que la empresa ‘se ponga’ y les pague a los vecinos para que recojan la basura”, alegó.