
En el marco de la apertura del Congreso Latinoamericano de Políticas Pospenitenciarias, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, dijo que en 2010, cuando asumió el cargo, había 80 presos que trabajaban y que ahora son 4.500 los que lo hacen. Añadió que desde que las salidas de los internos pasaron, en 2015, a ser autorizadas por los directores de cárceles se escapó solo uno, mientras que cuando se requería decisión judicial lo hacían por decenas.
Bonomi informó, en la instancia internacional, que el sistema penitenciario en Uruguay cuenta con 12.000 plazas y que la cantidad de internos ronda los 11.000. Asimismo, enfatizó que en 2010 trabajaban 80 personas privadas de libertad, mientras que este año se alcanzó a las 4.500, lo que “representa una diferencia enorme”, afirmó.
En la apertura del congreso, que se desarrolló jueves y viernes, en un hotel del Montevideo, el ministro especificó que algunos de esas 11.000 personas nunca irán a trabajar porque no quieren hacerlo, pero que “a los que quieren se le debe dar la oportunidad”, subrayó. Bonomi sostuvo, en otro tramo de su alocución, que años atrás, para que salieran a trabajar, los reclusos debían ser presentados a la Justicia; pero a partir del último presupuesto, los directores de los establecimientos pueden autorizar estos movimientos.
“Nos dijeron que se nos iban a escapar la mitad”, recordó Bonomi. “Esto comenzó en 2015 y a la fecha se escapó solo uno”, mientras que cuando autorizaba la Justicia hubo decenas de evasiones, señaló. “Cuando se decide quién puede salir es por la trayectoria y conocimiento que tienen los directores”, puntualizó.