
Luego de varias idas y vueltas, el tanquero “Front Pollux” pudo conectar sus manguerotes a la boya petrolera de ANCAP y descargar desde sus pozos el cargamento de gasoil adquirido por la empresa estatal a proveedores internacionales. Es la primera partida de un producto refinado desde que la planta de La Teja en Montevideo quedó fuera de servicio para ser sometida a diversas tareas de mantenimiento.
Hasta la tarde de este domingo, el carguero continuaba descargando el combustible con la asistencia en el lugar de los buques Audax Tsuru y el Maneador. El primero es un remolcador de empuje y el restante un remolcador de tiro, ambos de Pabellón Nacional y de propiedad privada. Los dos remolcadores de ANCAP VII y VIII retornaron al puerto de Punta del Este, su base de operaciones desde hace más de cuarenta años.
Meteorología y gremio
El tanquero había partido el 14 de agosto desde la estación petrolera existente en el puerto estadounidense de Garyville, ubicado en el golfo de México. Luego de varias semanas de travesía el buque llegó a la zona de servicios ubicada frente a Piriápolis el miércoles 6 de setiembre.
Sin embargo, cuando el capitán del navío esperaba que la autoridad marítima le autorizara a navegar hasta la boya petrolera de ANCAP una serie de acontecimientos meteorológicos y gremiales impidieron que la maniobra de descarga se pudiera llevar adelante en los tiempos naturales de una operación de este tipo. Las medidas adoptadas por el gremio de funcionarios de ANCAP contra la política del directorio de buscar un socio para su actividad del cemento impidieron la descarga del gasoil. El presidente del Directorio de ANCAP, ingeniero Alejandro Stipancic denunció que las medidas de protesta del gremio generaron multas contra el organismo por la demora en la descarga del gasoil.
Front Pollux
Es un tanquero para crudo que fue construido en 2017, hace seis años y navega bajo la bandera de las Islas Marshall, un pabellón de conveniencia.
Su capacidad de carga es de 109899 toneladas DWT y su calado actual es de 12,8 metros. Su eslora total es de 251,84 metros y su ancho es de 44 metros. Su calado alcanza los 12,8 metros. Su valor actual es de unos 53 millones de dólares y el valor de demolición, cuando se destine a chatarra, será de 11,5 millones de dólares. Stipancic recordó que existe un acuerdo entre la empresa y el sindicato que incluye a las operaciones de descarga de crudo y de otros productos refinados comprados por ANCAP para abastecer al mercado. Con las medidas gremiales que afectaron la descarga del gasoil y que implican un sobrecosto diario de unos cincuenta mil dólares para ANCAP, el sindicato no cumplió con ese acuerdo.