
Numerosos vidrios y ventanales rotos, carteles caídos, algún árbol desplomado y cables desprendidos fueron el saldo de los irregulares ventarrones que asolaron el departamento durante toda la jornada de ayer. De todos modos, las rachas solo fueron intensas por momentos y no llegaron a causar estragos serios. Hubo solo unas pocas familias evacuadas y no hubo que lamentar víctimas. El coordinador del Comité Departamental de Emergencias, Carlos Fontes, dijo ayer a emisoras locales que las rachas más fuertes se registraron en Punta del Este hacia la 0 hora del miércoles, cuando el nanómetro detectó vientos de 108 Km/h. Algo menos, 92 km/h, fue la marca más elevada que se relevó en el aeropuerto de Laguna del Sauce a la misma hora. Fontes dijo que una familia debió ser evacuada en Piriápolis por la voladura del techo de su casa. En cambio, las lluvias no fueron intensas por lo que no hubo inundaciones ni quedó cortada ninguna calle o camino. En cambio, funcionarios de UTE y Antel tuvieron un intenso trabajo a causa de la caída de cables en diversos puntos de la zona. Las llamadas de reclamo fueron tan numerosas que muchos hogares estuvieron sin servicios durante varias horas a la espera de las cuadrillas. En algunos casos, los trabajadores de Antel pospusieron el arreglo de los desperfectos para el día de hoy; el viento que todavía soplaba ayer en la tarde impedía a los obreros trepar escaleras sin poner en riesgo su integridad física.
Voladuras
El viento también obligó al cierre del puerto en Punta del Este, donde algunas embarcaciones sufrieron los embates del viento. Un pequeño yate que se encontraba anclado al borneo, es decir, lejos de los muelles, se desprendió de sus amarras y quedó semihundido en las cercanías, junto a la glorieta de madera. Del otro lado de la península, el agua de la Playa Brava subió a límites poco usuales, al punto que las olas rebotaban contar el murito de piedra de la rambla. La situación motivó que grandes cantidades de agua y arena dificultaran la salida de la península. Poco después, también apareció la clásica espuma, que suele generarse en cantidades abundantes a esta altura del año. No se reportaron daños de consideración en otras localidades, aunque trascendió que en el asentamiento Selva Negra de Piriápolis una vivienda fue evacuada después de que el viento le arrancara el techo. Al mediodía de ayer el Instituto Nacional de Meteorología extendió el alerta naranja para el departamento de Maldonado hasta la hora 21. Al cierre de esta edición Correo de Punta del Este permanecía sin teléfono ni Internet a causa de la caída de un cable.