Directivos de Unipolma, uno de los dos gremios policiales del departamento, hicieron saber los sentimientos de impotencia y dolor que los funcionarios experimentan a raíz del asesinato de un efectivo en la ciudad de San Carlos. “Lo miramos a veces en Montevideo y pensamos: acá no va a pasar. Y pasó. Nos tocó un día muy complicado”, dijo el titular del gremio, Robert Da Luz. El tesorero, en tanto, Waldemir Graña, dijo que “ver a los hijos del compañero clamar por su padre fue muy duro”.
“Se supone que deberíamos estar preparados para este tipo de situaciones. De hecho, la Policía las vive a diario con particulares. Pero es muy difícil cuando te toca de adentro. Es muy difícil y a veces nos lleva a replantearnos el juramento que hicimos un día, debido a las pocas herramientas que tenemos para trabajar y al poco respaldo que sentimos a la hora de actuar”, señaló. Ambos hicieron sus declaraciones a la emisora FM Gente. En cuanto a eventuales cambios legislativos que podrían evitar estas desgracias, dijo que parece haber un mayor respaldo a la Policía en el borrador del proyecto de “urgente consideración” que elaboró el gobierno electo.
Como se sabe, el efectivo carolino, de 41 años, falleció en la noche del pasado sábado, cuando actuó para evitar una rapiña en una pizzería. Disparó al delincuente, que cayó al suelo, y luego se acercó para verle la cara. Era un antiguo cuñado, pero eso no fue óbice para que el individuo le asestara dos tiros, uno mortal en el tórax. Ambos fallecieron poco después.
Desprotección
Da Luz estimó que “las muertes de este tipo son evitables”. Destacó que la situación produce “dolor” en la fuerza, pero también da a pensar que “la población está mucho más desprotegida. Si se perdió el miedo de meterse con uno que es policía, si se vienen contra nosotros y arremeten contra un policía, ¿qué dejemos para el ciudadano de a pie un arma no la capacitación para repeler una agresión?”, inquirió.
“A nivel policial hay una gran preocupación respecto a eso”, agregó.
Consultados sobre el procedimiento que desencadenó el hecho, Graña destacó que la Ley Orgánica Policial afirma que el agente está en funciones las 24 horas, por lo que está obligado a proceder cuando percibe un delito. “Eso dice la ley. Entonces, este efectivo actuó de acuerdo a lo que marca la Ley Orgánica Policial. Esta correctísimo el procedimiento que hizo”, indicó.
Sin embargo, dijo que al conocer al rapiñero, del que había sido cuñado, “lo traicionó un poco la confianza, bajó la guardia y eso le costó la vida. Esa es una explicación personal”, precisó.
Por otra parte, los directivos de Unipolma estimaron que el agente debió ser sepultado “con otros honores”. Dijeron que parece que el Ministerio del Interior considera que el efectivo es policía solamente cuando está en su turno de las ocho horas, pero “si no hubiera actuado, hubiera estado omiso. Podría haber sido sumariado e incluso haber sido dado de baja”, señaló Graña.
Da Luz, en tanto, destacó que el comando de la Jefatura de Maldonado asistió a las exequias, “pero se debió haber despedido con honores” por parte del Ministerio del Interior. “No nos cabe la menor duda”, añadió.
Además, negó que el funcionario abatido estuviera cumpliendo un servicio 223. Iba a pasando por el lugar y actuó al observar un delito, indicó.
Los gremialistas anunciaron que en los próximos días se reunirán con el futuro ministro del Interior, Jorge Larrañaga, y le van a entregar un proyecto elaborado para mejorar en materia de seguridad. “Nos va a servir a todos”, dijo Da Luz.