Al menos tres personas fueron detenidas en las últimas horas por el homicidio de una pareja cuyos cuerpos fueron hallados el pasado 26 de febrero en la margen sur del arroyo “El Potrero”.
Los detenidos fueron conducidos ayer a la sede judicial de turno para cumplir con lo establecido en el artículo 16º de la Constitución de la República: “En cualquiera de los casos del artículo anterior, el Juez, bajo la más seria responsabilidad, tomará al arrestado su declaración dentro de veinticuatro horas, y dentro de cuarenta y ocho, lo más, empezará el sumario. La declaración del acusado deberá ser tomada en presencia de su defensor. Este tendrá también el derecho de asistir a todas las diligencias sumariales”.
Según trascendió en las últimas horas algunos de los detenidos no cuentan, siquiera, con anotaciones policiales y el crimen se dio en el marco de una disputa por la venta de estupefacientes.
Las detenciones se dispararon este jueves una vez que la Dirección Nacional de Policía Científica, a partir de las pruebas de ácido desoxirribonucleico(ADN), confirmó que los restos hallados eran de Milton Gustavo Vázquez Rodríguez y de Romina Peloche.
A los tres detenidos se suma un sujeto imputado de un delito de hurto que fue el responsable de llevar a las autoridades policiales hasta el lugar boscoso donde se encontraban enterrados los dos cuerpos.
El lugar de difícil acceso, fue ubicado casi de inmediato por el sujeto el que, a juicio de los investigadores participó del asesinato y el posterior enterramiento de los cuerpos.
Con la identificación positiva, los policías procedieron a detener a los otros tres y conducirlos primero ante el fiscal del caso y luego ante el juez de garantías.
Se espera que en las próximas horas, los tres detenidos y el sujeto que aportó la información primaria sean conducidos al juzgado para que el magistrado escuche el pedido de la fiscalía de formalizar el caso y de la prisión preventiva de los involucrados.
Investigación
Mientras se aguardaba la confirmación de la identidad de los asesinados, los investigadores de Homicidios de la Jefatura de Policía de Maldonado fueron recolectando más información y elementos probatorios.
Queda claro que el enterramiento de los cuerpos fue la escena secundaria del crimen. Los dos fueron asesinados en otro lugar que constituye la escena primaria del homicidio. Luego fueron maniatados y rociados con cal viva para acelerar el proceso de destrucción de tejidos. “La cal viva quema y destruye los músculos, los nervios, los tendones y otras partes blandas del cuerpo humano, pero no estropea el esqueleto”, según el reconocido antropólogo forense español José Manuel Reverte Coma, fallecido cinco años atrás.
