
Más de seiscientas personas se dieron cita este martes en el Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry, donde Irene Vallejo, la escritora más aclamada de habla hispana de los últimos años mantuvo una conversación abierta con la periodista Cecilia Bonino.
La escritora fue distinguida además, con el Premio MACA, un reconocimiento que entrega el Museo a personalidades que han realizado contribuciones notables a la difusión cultural. Atraída desde la infancia por las leyendas de Grecia y Roma, Irene Vallejo (Zaragoza, 1979) estudió Filología Clásica y obtuvo el Doctorado Europeo por las Universidades de Zaragoza y Florencia; es investigadora, divulgadora y activista literaria.
Su libro “El infinito en un junco: La invención de los libros en el mundo antiguo”, ha logrado un enorme reconocimiento en todo el mundo, superando el millón de ejemplares vendidos, y siendo traducido a más de 40 idiomas.
Un ensayo que explora el misterioso surgir de la escritura y la sed de libros. Una indagación sobre el origen de este invento fascinante que ha protegido a las palabras en su travesía por el espacio y el tiempo.
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El premio nobel Mario Vargas Llosa expresó sobre este libro: «Muy bien escrito, con páginas realmente admirables; el amor a los libros y a la lectura son la atmósfera en la que transcurren las páginas de esta obra maestra. Tengo la seguridad absoluta de que se seguirá leyendo cuando sus lectores de ahora estén ya en la otra vida». Por su parte, el escritor español Rafael Argullol agrega: «Una admirable indagación sobre los orígenes del mayor instrumento de libertad que se ha dado el ser humano: el libro». La escritora y periodista española Rosa Montero ha manifestado: «El libro es maravilloso, absorbente. ¿Cómo puede escribir Irene Vallejo tan bien?».
Irene Vallejo, con fluidez y permanente asombro, relata las peripecias de este objeto inverosímil que mantiene vivas nuestras ideas, hallazgos y sueños: el libro. A lo largo de estas páginas nos adentra en la aventura de su nacimiento y en el inventario de sus formas en el tiempo: de humo, de piedra, de tierra, de juncos, de seda, de piel, de harapos, de árboles y, ahora, de luz —los ordenadores—.
Este ensayo es, además, un libro de viajes por el mundo antiguo. Una ruta con escalas en los cañaverales de papiro junto al Nilo, en los campos de batalla de Alejandro, en las primeras librerías, en las más antiguas escuelas donde se enseñó el alfabeto, en los palacios de Cleopatra, en los talleres de copia manuscrita, en las hogueras donde ardieron remotos libros prohibidos, en los pórticos donde anónimos lectores descubrieron la pasión de leer, en la grupa de inquietantes jinetes a la caza de manuscritos, en la Villa de los Papiros horas antes de la erupción del Vesubio y en el escenario del crimen de Hipatia. Un itinerario por los caminos tortuosos y extraños que conducen desde las primitivas tablillas de arcilla a la Biblioteca de Alejandría, cimiento de la aldea global de Internet. Es, a la vez, un relato íntimo entreverado con evocaciones literarias, vivencias personales y antiguas historias siempre vigentes: Heródoto y los hechos alternativos, Aristófanes y los procesos judiciales contra humoristas, Tito Livio y el fenómeno fan, Sulpicia y la voz literaria de las mujeres. Una reflexión sobre el valor de los clásicos, escrita por una autora que se asoma sin miedo y con entusiasmo a los avatares de las humanidades que aún dibujan las rutas de nuestro futuro.