
El Poder Judicial indemnizará con veinte mil dólares estadounidenses a un hombre que fue privado de su libertad en la cárcel de Las Rosas durante seis meses y siete días por la imputación de un delito de violación de la que resultó absuelto.
El demandante había radicado una denuncia por daños y perjuicios contra el Poder Judicial reclamando la suma de 150 mil dólares estadounidenses por daño moral.
El pasado 8 de febrero el tribunal de apelaciones confirmó el fallo en primera instancia del juez letrado en lo contencioso administrativo Alejandro Martínez de Las Heras quien había fijado el citado monto, los 20 mil dólares.
El fallo en primera instancia fue apelado por el actor y por la propia justicia, el primero por un aumento del monto y la segunda por la anulación de la sentencia del juez Martínez de Las Heras.
La demanda por daños y perjuicios fue impulsada por el demandante por lo que definió como “los gravísimos perjuicios de orden emocional, físico y económico”, situación agravada por la difusión pública de su procesamiento y el tipo de delito que se le imputó.
Antecedentes
En la demanda entablada contra el Poder Judicial, el demandante denunció que luego de un presumario de casi un año, el 13 de abril de 2018 se dispuso su enjuiciamiento y prisión como autor de la presunta comisión de un delito de violación. A pesar de revestir la calidad de primario absoluto, se dispuso su procesamiento con prisión al tratarse de un delito inexcarcelable. El 20 de octubre de 2018 obtuvo su libertad. El 17 de julio de 2019 el Juzgado Letrado de Primera Instancia de San Carlos de 1er Turno dispuso su absolución y libertad definitiva.
Estuvo privado de libertad por 6 meses y 7 días, lo que le causó gravísimos perjuicios de orden emocional, físico y económico; todo lo que se vio agravado por la difusión pública de su procesamiento y el tipo de delito que se le imputó.
Al momento de ser procesado con prisión, el actor contaba con veinticuatro años de edad y era primario absoluto.
Trabajaba en varias tareas de acuerdo a lo declarado por dos testigos que confirmaron que el hombre convivía con sus padres, su novia y su pequeño hijo, por lo que al impacto de la prisión y los padecimientos que tal circunstancia conlleva, se unió la incertidumbre por su futuro laboral y familiar ante la naturaleza del delito imputado.