
El vicepresidente Danilo Astori adelantó en Maldonado que un eventual tercer gobierno del Frente Amplio no será “más de lo mismo” y reclamó que la coalición de izquierda lleve adelante “nuevas y mejores transformaciones”. Por otra parte, el economista aseguró que si bien todos los sectores políticos procuran terminar con la inflación “no hay una sola manera de combatirla”.
Astori estuvo presente durante el acto de lanzamiento de la candidatura a la diputación de Horacio Díaz, actual director general de Turismo de la Intendencia de Maldonado, que se realizó el viernes por la noche en el Centro Paz y Unión.
“Nosotros no queremos ganar una elección para ocupar un cargo. No debemos querer ganar la elección para ocupar un cargo. Queremos ganar la elección para seguir teniendo un espacio de trabajo al servicio del país. Y ese nuevo gobierno del Frente Amplio no puede ser más de lo mismo. Tiene que plantearse la realización de nuevas transformaciones. Más ricas, más profundas. Mejor hechas al servicio de la gente y de sus núcleos vulnerables en primer lugar”, sostuvo Astori.
“Alguien me dijo alguna vez que el principal riesgo en política es equivocarse. No estoy de acuerdo. El principal riesgo en la política es hacer la plancha. Es poner el piloto automático. Es trabajar con temor. Trabajar sin audacia. Sin sentir la confianza en ese bloque social y político que es el pueblo uruguayo que quiere apropiarse de este proceso de transformación y ser la garantía de que seguirá avanzando y nunca se detendrá. Por eso no más de lo mismo. Por eso nuevas y mejores transformaciones”, señaló.
“Transformaciones que se pueden sintetizar de muchas maneras. Compartiría con ustedes hoy una síntesis de esas nuevas transformaciones refiriéndome a un concepto fundamental para un gobierno de izquierda: el mundo del trabajo. El mundo del trabajo que tiene características y connotaciones muy especiales. Que plantea lo que es la cultura de izquierda. La transformación cultural de la izquierda en un país que se está transformando”, agregó.
“Terminar con el asistencialismo”
Astori afirmó que “el mundo del trabajo es, ante todo, un mundo de prosperidad. No hay transformaciones, ni desarrollos de los países que no prosperan, porque prosperar no es solo crecer. Prosperar es aprovechar la potencialidad del esfuerzo que la sociedad es capaz de hacer y volcar lo mejor de esos esfuerzos en resultados positivos para toda la sociedad. El mundo del trabajo, además de ser un mundo de prosperidad, tiene que ser un mundo de inclusión. Un mundo donde se trabaja permanentemente por los derechos y las oportunidades”, indicó.
“Los seres humanos no somos iguales. No lo seremos nunca. Cada uno tiene su característica, sus peculiaridades que definen su personalidad humana. Los que sí son iguales y tienen que ser iguales son nuestros derechos. Y nuestras oportunidades. Especialmente aquellas que se disponen en el punto de partida de la vida. Cuando ese ser humano empieza a trazar su trayectoria de vida”, enfatizó.
El vicepresidente también aseguró que “la inclusión es terminar con el asistencialismo. Y trabajar con la agenda de derechos. De reconocimiento de derechos. No ayudar porque tú lo necesitas. Ayudar porque tu tienes derecho a que te ayudemos. Esa es la concepción fundamental de la inclusión. Luchar contra todo tipo de discriminaciones. Desde todo punto de vista. Un tratamiento digno para todos los orientales”, agregó.
“Déficit de izquierda y déficit de derecha”
Astori también sostuvo que los déficits y los resultados fiscales son de “izquierda o de derecha” y precisó que la política económica del gobierno frentista no es la continuidad de la aplicada por los partidos tradicionales cuando, entre otras cosas, se “vaciaban los bancos”.
“He oído hace pocas horas de que nuestras políticas son iguales a la de los partidos tradicionales. Para qué vamos a discutir si igual estamos todos en contra de la inflación o que estamos todos en contra de las políticas públicas desequilibradas. La verdad es que ese planteo, que califiqué de demencial y que a algunos no les gustó, omite el pequeño detalle de que estamos todos en contra de la inflación pero no hay una sola manera de combatirla”, sostuvo.
“Hay una manera de izquierda y una manera de derecha. Estamos todos contra el desequilibrio fiscal. Pero no hay una sola manera de combatir al desequilibrio fiscal, hay muchas. Hay maneras de derecha y maneras de izquierda. Hay frases que en el pasado sonaron un tanto espectaculares, pero nos hicieron mucho daño. Actores políticos de renombre internacional llegaron a decir, no hace mucho, que la inflación no es de izquierda, ni de derecha y que el resultado fiscal no es de izquierda, ni de derecha. Yo creo que hay inflaciones de izquierda y de derecha. Y hay resultados fiscales de izquierda y de derecha. Depende de cómo se encaren políticamente ambas cosas”, indicó.
Más allá
Al respecto, Astori consideró que la tarea del Ministerio de Economía no debe “reducirse” a combatir la inflación y controlar las cuentas públicas. “Esta es una parte importante del trabajo. De esa parte y de sus buenos resultados depende la disponibilidad de recursos. Pero conducir un Ministerio de Economía implica realizar transformaciones institucionales y estructurales que van mucho más allá de esta tarea de controlar a la administración y los resultados fiscales”, explicó.
“Nosotros empezamos el 2005 cambiando totalmente la administración tributaria de este país. Empezamos instaurando un sistema tributario como nunca había existido en el Uruguay previamente. Un sistema tributario que tiene que seguir mejorando día a día. Dicho sea de paso, este (es un) ejemplo de que no va a haber más de lo mismo sino que vamos a seguir mejorando ese sistema. Fue la primera vez que en el Uruguay se dijo que se iba a pagar en función de la capacidad contributiva”, agregó.
Bancos vaciados
“Por primera vez en la historia del Uruguay instauramos una oficina para la gestión y administración de la deuda. Nunca habíamos tenido eso. ¡Y vaya si lo necesitábamos! El principal componente del gasto público cuando llegamos al MEC eran los intereses de la deuda. ¿Cómo no vamos a tener una oficina que maneje profesionalmente la deuda? Y ese fue un cambio institucional importante. El país tiene hoy una nueva carta orgánica del BCU. Ustedes se preguntarán por qué valoro tanto esta transformación institucional. Antes del Frente Amplio aquí se vaciaban los bancos. Y pagaba el estado. Esto es, todos ustedes, todos nosotros. Se vaciaban los bancos o se los vendíamos a delincuentes internacionales. Nosotros le vendimos al Banco Comercial a los hermanos Rohm que terminaron todos en la cárcel y le vendimos el Banco Comercial en dos millones de dólares. Nosotros intentamos venderle el Banco Pan de Azúcar al señor Benhamou que terminó huyendo del país. Por eso importa tener un BCU que controle”, afirmó.
“En serio. Déjenme que les recuerde que durante el último gobierno del Partido Colorado previo al del Frente Amplio desaparecieron hojas de las actas del BCU. Cuando se fue a examinar una vez un proceso de supervisión y de control faltaba una hoja. Ese era el BCU que teníamos”, dijo Astori.