
Después de la fiesta menemista y de la hecatombe financiera posterior ya no es tan fácil encontrar a un gobernante o funcionario argentino veraneando en Punta del Este. A causa de las restricciones, eso es “mala palabra” ya desde tiempos de Fernando de la Rúa El jefe del gobierno porteño Mauricio Macri dejó, hace tiempo, de pasar sus vacaciones en el búnker familiar de Terrazas de Manantiales. El actual gobernador Daniel Scioli vendió su apartamento de la avenida Gorlero y ahora opta por la costa bonaerense. Pero hay algunas excepciones que sorprenden. Santiago Montoya, el ex jefe de la AFIP (la DGI del vecino país) y de la ARBA, actual titular del grupo Provincia, es un potencial candidato a la gobernador de la Provincia de Buenos Aires y no esconde su gusto por esta zona. Muy cercano a Scioli, Montoya integra el Frente para la Victoria, sector liderado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner es un funcionario “K” de pura cepa.
Sin embargo, todos los veranos pasa por Punta del Este porque “acá pasan cosas importantes”. Durante su estadía hizo de todo. Mantuvo un encuentro con su hermano y su hermana, funcionaria del jefe de gobierno porteño Mauricio Macri. También participó de la cena empresarial del Salón Inmobiliario de Punta del Este, donde mantuvo un encuentro con el vicepresidente Danilo Astori. Más tarde, en diálogo con Correo de Punta del Este, Montoya ensalzó a figuras políticas de la oposición -algo insólito para un funcionario “K”- y dijo no sentir ninguna culpa de veranear en Punta del Este.
-Montoya, usted es un hombre valiente.
-Fui muy un muy activo recaudador de impuestos en Argentina. Obviamente si uno es recaudador de impuestos durante una década, va al frente y es intenso. Me da un poco de cosa calificarme como valiente.
-Se lo digo porque es de los pocos funcionarios o políticos argentinos que se hace ver por Punta del Este. Capaz que es el único.
-Reconozco que hice la carrera política por el lado difícil. No sé por qué tenemos que estar culposos de hacer las cosas si estamos seguros de lo que estamos haciendo. No puedo calificar a otros funcionarios argentinos. No tengo inconvenientes en venir a Punta del Este.
-¿Por qué?
-Lo único que puedo hacer es trabajar y hacer gestión. En toda mi carrera me han visto donde estuve matándome, trabajando fuera de horario y en los fines de semana. Uno a veces ha cometido errores y cosas que no han salido bien, Lo que nadie duda es de la seriedad del trabajo. Como mi trabajo se basa en la gestión que llevé adelante, venir a un país hermano como Uruguay no debería generarme temor.
-El presidente Fernando de la Rúa ordenó a sus ministros que no se aparecieran por Punta del Este. la vuelta del destino quiso que una vez fuera del poder pasara largos períodos en José Ignacio. Usted lo hace como funcionario y también como un político con aspiraciones. Es raro.
-Lo que sucede es que en Punta del Este suceden cosas importantes. Aquí en la temporada hay mucha gente importante de diversos sectores como industriales y de inversiones. Personas que pasan sus vacaciones que para ese tipo de personajes nunca son totales. Son descansos a medias porque les gusta a veces participar de algunas reuniones, de alguna tertulia, de considerar temas con ellos que es imposible hacerlo en otra oportunidad. Sin embargo, aquí se dan oportunidades de encontrarse con muchos dirigentes que pueden tomar decisiones importantes sobre el futuro de la región. Entonces, ¿por qué no aprovecharlo?
-Cuando estuvo al frente de la AFIP pasó unos días en Punta del Este. ¿Qué le decía la gente cuando se topaba con usted?
-Cuando fue la primera vez que vine, había llevado adelante un operativo tributario muy intenso contra unas mafias que había. Nunca se supo si vincularlo directamente, pero sufrí un ataque en mi casa. Cinco o seis pistoleros dispararon contra mi casa. Estaba a cargo de mi hijo porque cuando me divorcié obtuve la tenencia del pibe. El tenía trece años y estaba conmigo cuando este hecho ocurrió . Ellos llegaron a la puerta de entrada. Gracias a un vecino no pudieron concretar el ataque.
-Entonces decidió pasar unos días en Punta del Este
-Un amigo, Armando Pérez, que tiene casa acá me llamó y me dijo por qué no sacaba a mi hijo de acá. Aunque sea por unos días. Vine con Armando y recuerdo que ingresaron a la planta baja del hotel Conrad.
-Me imagino el desparramo que se armó.
-¡Claro! Fue algo increíble porque había un montón de gente departiendo en ese lugar. Cuando entré pasó como en esas documentales del National Geographic que muestran como reaccionan los cardúmenes de peces cuando se aproxima un depredador. Se fueron ahuecando a medida que se les aproximaba el depredador para huir de él. Estos reaccionaron igual. En dos minutos desaparecieron todos. No quedó nadie en la planta baja. Yo no tenía ninguna jurisdicción ahí.
-Año electoral en su país. ¿Qué va a pasar con la Argentina?
-Los argentinos tenemos que resolver cuál es la continuidad de todo este esfuerzo de todos estos años. hacia dónde va la Argentina en el futuro inmediato. A mí me parece que, después de todo este tiempo, la Argentina no puede trastabillar y caer en otra dirección que nos haga perder algunos avances muy importantes que se produjeron en este tiempo. Estoy muy convencido y muy esperanzado de las posibilidades presidenciales que tiene Daniel Scioli.
-¿Por qué?
-Es un hombre que concilia por una parte convicciones muy intensas respecto a los elementos fundamentales de las políticas. Por ejemplo, mirar a la región. La integración. Scioli dice que hay que tener más provincia en el mundo y más mundo en la provincia. Eso se trasladaría a toda la Argentina. Por otro lado defiende como nadie a la producción y al empleo local.
-Es obvio que su país enfrenta problemas económicos.
-Esta teniendo algunas dificultades. No podemos crecer. En la región estamos teniendo problemas también. Si un país mantiene un cierto nivel inflacionario y no puede crecer, con el tiempo eso se transforma en una enfermedad muy grave de la economía que se llama estanflación. El asunto es ver como salimos de esto sin que haya un reacomodamiento de las variables económicas que sea traumático.
-¿Cuál es la receta?
-Se sale con una gran cuota de confianza y con un gran liderazgo político. Y quien puede resolver esa transición es Daniel Scioli. También la Argentina tiene otros dirigentes valiosos, titulares de espacios políticos que hoy aspiran a lo mismo que Daniel. Pero, hay un tema: Daniel es un hombre que se encuentra maduro para este momento de la Argentina. Es el ideal para conducir la transición desde este proyecto de país que comenzó a resolver las cosas que tenemos por delante. Manteniendo, al mismo tiempo, los logros obtenidos en estos años.
-Los argentinos se destacan en todo el mundo en todo tipo de actividades. ¿Qué pasa con Argentina como país?
-No tenemos la capacidad de resolver nuestros propios conflictos. Nos ahogamos en el internismo permanente de tipo político. Por suerte tenemos muy buenos candidatos para las próximas elecciones. Tanto en lo que respecta al Frente para la Victoria, como el resto de los sectores. Pero Daniel Scioli es el único que tiene la receta para los males argentinos. Usted me desafió diciendo que los argentinos triunfamos en el plano individual y fracasamos, muchas veces, en el colectivo. Porque nos dividimos en ese internismo que le comenté. El conflicto por el cual Juan Manuel de Rozas y sus enemigos se enfrentaron hace más de 150 años todavía no fue resuelto. Por eso la provincia de Buenos Aires tiene la situación fiscal actual.
-¿Entonces?
-Scioli tiene la receta para los males argentinos. Porque él es el único que tiene, en su ADN de manera innata, esa capacidad y vocación de diálogo y de articulación política que es capaz de diluir todos esos problemas y conflictos permanentes. Miren desde Uruguay con gran expectativa y con gran esperanza el proceso político que se avecina en Argentina. Mi país, con Daniel Scioli, puede emerger aprovechando todo lo que se avanzó en esta década, donde se incorporaron millones de personas a la sociedad por la vía de determinadas políticas. Estas políticas lo que hacen es resolver problemas a futuro. Una sociedad fragmentada es una sociedad explosiva. Es un problema para los inversores y para nuestros vecinos de la región. Sin embargo, una sociedad cohesionada, a partir del próximo período con el liderazgo de Daniel Scioli, debería despertar una gran expectativa entre nuestros vecinos.
-Usted vislumbra ocho años de sciolismo. Apelando a los ismos que le colocamos a todo.
-Lo mejor que puede hacer Argentina es aprovechar que el Peronismo ha dado el mejor cuadro político desde la recuperación de la democracia. Se llama Daniel Scioli.
-¿Cómo es?
-Es imposible hacerlo salir de las casillas. Es imposible que protagonice o fogonee enfrentamientos o conflictos. Es una alta dosis de eso lo que Argentina necesita para ser la locomotora de la región.
Foto: R. Figueredo