Por el maestro Gustavo Salaberry
Si Oscar de los Santos llegó al Gobierno Departamental con el apoyo de vastos sectores, no solo del Frente Amplio, sino de ciudadanos progresistas, blancos, colorados e independientes fue por haber logrado trasmitir un proyecto de departamento para construir a quince o veinte años y una forma de gobernar que significará la construcción de “nuevas ciudadanías”, a través de la efectivización de derechos, de empoderamiento y de participación ciudadana. Estamos a ese respecto a mitad de camino, tanto considerando el lapso de tiempo planteado para los cambios, como a la luz de la calidad social, política y cultural de los mismos.
“Se puede”, hemos dicho y decimos en el marco de la presente campaña hacia las internas: decirlo implica constatar y reconocer los avances. Asistimos a casi diez años de desarrollo, crecimiento, equidad y esto no debería cambiar en el futuro.
¿Que ha pasado en estos casi diez años con el trabajo, con el acceso al empleo? En 2005 cuando asumió el gobierno el Frente Amplio, aparecía como el principal problema de los uruguayos y de la población de Maldonado, con una tasa que se ubicaba en el 20% en el departamento, es decir uno de cada cinco vecinos, no tenía trabajo. Hoy esa tasa se ubica en el 4,9%.
¿Producto de la casualidad acaso? Resultado de las políticas nacionales que mejoraron la macro economía, de las reglas claras para la inversión, del estímulo al país productivo, a los esfuerzos en la promoción del departamento, al Plan de Ordenamiento Territorial y los planes locales de desarrollo, al esfuerzo articulador para que aterricen en nuestro territorio las políticas nacionales, a la inversión pública en infraestructura y al impulso a la diversificación de la matriz productiva. Maldonado ya no es sólo “sol y playa y construcción”, hoy es también olivos, viña, arándanos, cruceros, ciudad universitaria, innovación y tecnología, entre otros factores.
Las cosas suceden por algo.
Uruguay es el país con mejores índices de distribución de la riqueza en el continente, y en él Maldonado, a pesar de sus desigualdades socio económicas, es el departamento que mejor distribuye: Indice Gini para el país 0,353, para Maldonado 0,335.
¿Por qué suceden estas cosas? Entre varias razones, no por efecto divino de la crisis ajena o por intervención de la casualidad, como quisiera la oposición. Sino, entre otras cosas, porque hubo Consejo de Salarios que permitieron el incremento del salario real, en promedio por encima del 30%. Porque hubo criterios de distribución en el presupuesto que centraron la recaudación en los sectores que tenían capacidad de pago y que orientaron el gasto hacia la inversión social, que pusieron énfasis en la población y en las NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas). Porque hubo piso salarial en las licitaciones y aunque paguemos algunos servicios un poco más caros vale la pena para evitar que los ahorros sean a costa del salario de los trabajadores. Porque hubo Retorno Por Mayor Valor (un ingreso no tributario que afecta a la plusvalía de propietarios que se vieron beneficiados por nuevas ordenanzas y que se invierte en políticas sociales de acuerdo al decreto que creó el primer gobierno de Oscar de los Santos). Porque se aumentaron los subsidios el transporte estudiantil, se duplicaron las becas, se creó el Fondo de Garantía para el Crédito Universitario, este último orientado a apoyar a que quienes no puedan enfrentar los costos de una carrera terciaria o universitaria puedan acceder a ayudas con garantía de la IDM, que pagaran una vez se reciban.
Los sueños y esperanza de nuestros vecinos y vecinas son parte constituyente y motor de este proyecto de desarrollo: un proyecto a la altura de los sueños. Precisamente, uno de los aportes más importantes del Flaco, ha sido lograr que eleváramos la mirada y todos comenzáramos a imaginar una postal: el Maldonado que queremos.
En esa fotografía todos incorporamos seguramente algunas imágenes. La del Maldonado de los proyectos estratégicos: imaginamos ahí el puerto de Piedras del Chileno, la perimetral, el Centro de Convenciones, miles de viviendas de interés social en toda la trama urbana, decenas de nuevas infraestructuras educativas, Caifs, escuelas, liceos, utus, universidades, los equipamientos urbanos de las nuevas Centralidades (piscinas, teatros, polideportivos), la nueva terminal,etc.
La del Maldonado productivo: el Parque Industrial completo, nuevos polos tecnológicos, centros logísticos, más desarrollo agroindustrial, turismo de convenciones, turismo alternativo.
La del Maldonado con calidad democrática: imaginamos los Municipios consolidados, con organizaciones sociales fuertes, con participación, con espacios públicos desbordantes de gente, con mayor convivencia democrática.
A pintar ese Maldonado, todos somos dueños de un pincel.