A partir del año 2005, por primera vez en su historia, la ciudad de Maldonado comenzó a disfrutar de la posibilidad de asistir a espectáculos de buen nivel con inusitada frecuencia. El hermoso teatro comunal construido durante la gestión del extinto Domingo Burgueño había estado hasta entonces subutilizado por no decir abandonado. Pero, con el tiempo, el público local se acostumbró a consultar la agenda de Cultura y ha llegado a ver, hasta la actualidad, dos o tres espectáculos de jerarquía por cada fin de semana.
La oferta se completó últimamente con la habilitación del teatro Unión de San Carlos, donde ya se ha conformado incluso la agenda del mes de junio. Con estas razones el público de la escena musical y teatral se ha estado preguntando qué ocurriría con toda esa actividad en caso de que cambiaran las jerarquías de la Intendencia de Maldonado. Últimamente se supo que Enrique Antía pensaba colocar a una persona de su confianza al frente de Cultura aunque cedería el resto de los cargos al Frente Amplio o, mejor dicho, al sector frentista liderado por Darío Pérez. Los nombres no han trascendido y entre los entendidos existen ciertos temores: “en el sector de Darío no hay gente para dirigir Cultura”, se afirmó. En tanto, en un reportaje que concedió ayer a Radio Maldonado, el futuro director general, Jorge Céspedes, anunció que habrá cambios significativos en la gestión del área.
“Cambio profundo”
Céspedes anunció que va a privilegiar a los artistas locales por sobre los montevideanos. También anunció que creará un área de “Comunicación Cultural” para enseñar “a las masas” a disfrutar de la oferta artística y adelantó que estudiará cambiar la fecha de realización del Festival de Cine de Punta del Este.
Entrevistado ayer por la emisora, el futuro jerarca aseguró que se viene un cambio “profundo” en la política cultural del departamento. Por ejemplo, anunció que reactivará el Consejo Asesor de Cultura creado en 2008 porque, a su juicio, los gobiernos frenteamplistas no le dieron la importancia suficiente. Ese órgano debe analizar las propuestas y ser crítico con la gestión de la dirección general, estimó. No obstante, no dijo quién estaría capacitado para ejercer esa valoración.
Céspedes también afirmó que impulsará una reestructura en el organigrama de Cultura, basado en una “valoración moral”. “Uno de los elementos recogidos en los barrios es que existen muchos cargos de confianza en el gobierno departamental. El análisis de ese elemento, en la comparación de recursos que se destinan a dar satisfacción a compromisos y al pago de salarios en cargos de confianza, nos llevó en Todos por Maldonado a decir que hay cosas que se deben corregir. Hay una valoración moral de la situación. No es moral tener tantos cargos de confianza cuando se pueden llevar adelante las mismas contribuciones”, indicó. Por ello dijo que de los siete cargos actuales dejará “cuatro o cinco” para cubrir todas las acciones. Céspedes unificará las áreas de Programación Cultural y de Descentralización, mientras que dará a la subdirección general competencia el área de Patrimonio y Manejo de Museos.
Céspedes también adelantó que eliminará la Unidad de Carnaval, que “puede manejarse sin necesidad de estructurarlo como un área aparte y sin que el responsable sea un cargo de confianza. Creemos que se puede manejar con los propios funcionarios de la administración”, señaló.
Relegados
El futuro director también indicó que “se están designando funcionarios que estaban relegados y que forman parte de la plantilla y tenían una funcionalidad de trabajo ociosa. Los hemos rescatado y se les dará tareas de responsabilidad; habrá funcionarios de carrera en lugar de cargos de confianza, lo cual es un mensaje a la interna del funcionariado municipal”, consideró.
También indicó que su equipo ya está definido y coordinando acciones, aunque prefirió dejar que sea el intendente electo quien dé a conocer las designaciones.
Céspedes admitió que en los últimos dos períodos hubo “una importante oferta” de espectáculos y programación en las salas, Sin embargo, consideró necesario hacer cambios y “fortalecer la idea de la defensa de lo local”. Por eso su gestión procurará “canalizar y abrir los caminos para las manifestaciones culturales de las localidades”, por lo que se propone desarrollar los consejos municipales de cultura y fomentar la participación de los diferentes territorios.
“Tenemos que darle importancia no solo a lo capitalino. Somos desarrolladores de productos culturales capitalinos, lo que queremos es coordinar las actividades de forma tal que si ofrecemos la posibilidad de que el público local acceda a un bien cultural montevideano, también tenga la posibilidad de ver un conjunto local”, dijo. Céspedes no dijo nada respecto a los niveles de exigencia que se aplicarán para valorar a los artistas locales. Asimismo, admitió que en los últimos años hubo espacio para ellos, pero estimó que “si no se coordinan acciones ni se da la posibilidad de que se muestren, tampoco pueden crecer”.
La educación de “las masas”
Aunque la oferta cultural de la IDM se ha centrado fundamentalmente en la música popular, Jorge Céspedes opinó que sólo ha contemplada a las “minorías”. Al respecto, dijo que planea desarrollar una campaña para que “las masas” se identifiquen con las propuestas. “Se debe involucrar más al público, lograr una convocatoria mayor de gente”, estimó. Asimismo, adelantó la creación de un área específica de Comunicación Cultural “para no dejar fuera a las grandes masas”. “No creo en una cultura de minorías”, reafirmó.
Por lo demás, dijo que se propone fortalecer vínculos y “contemplar acciones culturales de actores que están por fuera, por ejemplo a nivel de la enseñanza Primaria y Secundaria” y aunar esfuerzos con las direcciones de Deportes y Políticas Sociales.
“Hay que enseñar a ver arte y eso no se hace. La gente se aproxima por alguna afinidad estética pero no es un público con una formación de aproximación al arte. Construir al observador cultural es un elemento que debe de manejarse”, subrayó.
Por G.L.